Tartitas de frutilla sin gluten

Empalagados Recetas

No me animo a escribir lo que quiero. No puedo. No me da el estómago. Pero escribir que no me animo a escribir es algo. Un pequeño primer paso, microscópico, insignificante, milimétrico, algo.

Nadie nos cree. Nadie nos cuida. A nadie le importamos.

¿Cómo me voy a animar a hablar? ¿A sacarme los monstruos de adentro después de tanto? ¿Cómo? Si seguro yo me busqué, si yo dejé que pase. Si yo siempre fui una puta.

Nos reclaman que denunciemos, pero ¿cuál es el punto? ¿Ser victimizadas, expuestas, que nos vuelvan a violentar una y otra vez hasta quebrarnos del todo? Si la justicia no existe, ¿para qué tomarnos la molestia?

La violencia no es ocasional ni puntual. Es sistemática; omnipresente. Desde infantes, desde antes de entender, desde chicas y hasta el fin de los días. En la familia, en la casa, en la calle, en el colegio y la facultad, en el trabajo, en la sala de parto y vayamos adonde vayamos.

No hay escapatoria; es un virus, es el aire que respiramos.

Hoy no quería escribir; quería apagar el celular, sofocar mis pensamientos y dejar que termine este día. ¿Por qué soy yo la que tiene que sentir vergüenza? Soy yo la que baja la cabeza, la que se carcome por dentro, la que se calla, la que guarda el secreto. ¿Por qué?

Nacer mujer en este país es una maldición. Estamos solas, sólo nos tenemos entre nosotras. Pero entre nosotras podemos escucharnos, creernos, ser fuertes las unas por las otras. Solo nos queda unirnos, aunque tardemos para siempre en cambiar algo. Aunque luchemos por el resto de nuestros días.


Hoy yo quiero rendirme, pero sé que no puedo. Ya no es por mí misma, a mí ya no pueden romperme más.

Estoy harta de ser valiente. Quiero ser feliz. Vivir tranquila. Criar una mujer fuerte, independiente, valiosa, sana. Quiero sanar yo de paso. Quiero dejar de tener miedo. Y que tengan miedo los que me rompieron. Que lean esto y tiemblen. Que sepan, que hoy sigo asustada, sigo callada. Pero me estoy armando de valor. Ya escribí esto. Ya estoy más cerca.

Pronto ya no voy a aguantar callarme.

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Tiempo de preparación
20 mins
Tiempo de cocción
30 mins
Tiempo total
50 mins
Precio: $$
Dificultad: Facilísimo
Porciones: Seis tartas pequeñas
Ingredientes:
Para la pre-mezcla de harinas
  • 200 gr de Maizena
  • 150 gr de harina de arroz
  • 150 gr de almidón de mandioca
  • Dos cucharas de leche en polvo
  • Opcional: Una cuchara de goma xántica
Para la masa
  • Una taza de premezcla
  • ¼ taza de azúcar impalpable
  • Una cucharita de polvo de hornear
  • Un huevo
  • Dos cucharas soperas de aceite
  • Una pizca de sal
  • Media taza de agua aproximadamente
  • Una yema de huevo para pintar
Para la crema pastelera express
  • Una taza de leche entera a temperatura ambiente
  • Una yema de huevo
  • ¼ taza de azúcar
  • 2 cucharas de Maizena
  • Un poquito de esencia de vainilla
  • 150 gr de frutillas frescas
¿Qué hago?
  1. Para hacer la pre-mezcla sin TACC, combinar en un bowl la Maizena, harina de arroz, almidón de mandioca, leche en polvo y goma xántica. Mezclar bien. Tamizar en un frasco y guardar en un lugar fresco y seco.
  2. Para hacer la tarta, colocar la cantidad sugerida de premezcla, azúcar, sal y polvo de hornear en un bowl. Mezclar con las manos.
  3. Hacer un hoyo en el medio y colocar el aceite y el huevo. Con las manos, mezclar de a poco con la harina, agregando agua lentamente hasta obtener una masa suave y fácil de estirar.
  4. Reservar en la heladera media hora antes de estirar.
  5. Para la crema pastelera express, licuar todos los ingredientes hasta que se combinen y quede una mezcla homogénea sin grumos.
  6. Colar y colocar en un recipiente apto para microondas y cocinar durante 3 minutos a 80 de potencia. Una vez transcurrido ese tiempo, retirar del microondas y mezclar con un batidor de mano. La consistencia debe ser suave pero no muy líquida. Si queda muy líquida, cocinar durante 30 segundos más.
  7. En caso de no tener microondas, cocinar en una olla pequeña a fuego bajo revolviendo constantemente para evitar que se formen grumos.
  8. Dejar enfriar la crema antes de armar las tartas.
  9. Estirar la masa y colocar en recipientes enmantecados. Clavar la base con un tenedor y pintar los bordes con una yema de huevo.
  10. Cocinar a 180 grados en el horno durante 15 minutos o hasta que se doren.
  11. Una vez que la masa se haya enfriado, armar las tartas con la crema pastelera y las frutillas cortadas.

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