Intento cocinar y fotografiar recetas nuevas todas las semanas y dejar mis viejos posts sin publicar sólo para casos de emergencia, pero vengo relegando a este cheesecake con sabores mediterráneos hace ya casi dos navidades. Antes de que vuelva a terminar el año (o sea mañana) es hora de que salga a la luz una de las primeras recetas que motivaron la creación de este diario donde todo gira alrededor de la comida.
Los recuerdos de mi niñez entran en una caja de impresora Epson. No tengo demasiadas fotos y videos de infancia; alguna que otra soplada de velitas de cumpleaños, una foto cuando tenía arco libre porque se me habían caído los dientes de adelante, las que nos sacábamos cada año para el anuario del colegio, vacaciones en Mar del Plata y no mucho más.
Mi adolescencia está incluso menos documentada que mi niñez. De esos años incómodos quedan además de unos cinco diarios, una caja de championes llena casi por completo de cartitas y tarjetitas de quince. Las fotos sólo ocupan lugar en grandes álbumes en la biblioteca de la casa. Mi quince, mi colación, uno que otro viaje familiar…
En la era de las cámaras a rollo éramos precavidos con las fotos que sacábamos, el atesorar recuerdos tenía un precio elevado y la cámara esperaba fechas especiales para salir del cajón de la mesita de luz.
Hoy saco, siendo extremadamente conservadora, aproximadamente diez fotos por día. Para el momento cuando mi hija cumpla 10 años, son 36,500 fotos. Quizás en una caja de heladera entre semejante cantidad de recuerdos si los llegase a imprimir todos.
Nos volvimos en acumuladores de momentos, porque al ser tan cuantiosos, ya ni siquiera son recuerdos, los olvidamos al momento de tomar la foto.
Recuerdo el día que cociné este cheesecake en diciembre del 2016 y logré que las fotos salgan decentes después de diez mil intentos. Por primera vez sentí que podría hacer esto. Aún sin página, nombre ni plan a futuro, este delicioso cheesecake me dijo, hacé si que un blog de recetas. No tenés nada que perder.
Lastimosamente en ese entonces no escribí demasiado sobre cómo me sentía al respecto, anoté los ingredientes y nada más. Hoy sólo me queda intentar rememorar la ansiedad y el miedo de tener todo por delante. Y celebrar las hermosas fotos que dejan de ser parte de un disco duro de un millón de gigas para debutar en sociedad.
Ayer ya fue jueves de #tbt, pero qué lindos son los recuerdos.
Cheesecake mediterráneo Imprimir
40 mins
Una hora
Una hora 40 mins
- Un paquete de galletitas saladas
- 100 gramos de manteca derretida
- 200 gramos de queso mascarpone
- Un huevo
- 200 gramos de queso (parmesano, gruyere, provolone)
- Una cabeza de ajo
- Aceite de oliva
- Dos tomates enteros (mejor si son de distintos colores o formas)
- Una cebolla morada
- Una cebolla blanca
- 100 gramos de tomates cherry
- 50 gramos de aceitunas verdes enteras
- 50 gramos de aceitunas negras enteras
- 100 gramos bolitas de mozarella fresca
- Aceite de oliva
- Orégano
- Un mazo de albahaca
- Precalentar el horno a temperatura media. Procesar las galletitas o aplastarlas hasta que queden totalmente pulverizadas. Mezclar con la manteca derretida.
- Enmantecar un molde para tartas (mejor si es de esos recipientes que se separan para desmoldar) y agregar las galletitas trituradas. Aplastar con las manos hasta que queden sólidas al fondo.
- Cocinar en el horno durante 15 minutos o hasta que apenas empiecen a tomar color.
- En otra placa para horno, colocar las cebollas partidas a la mitad, los tomates grandes y la cabeza de ajo. Rociar con aceite de oliva, sal y pimienta y cocinar en el horno durante 20 minutos o hasta que las cebollas se doren.
- Mientras tanto, con una licuadora o batidora de mano, mezclar el queso mascarpone, el queso rallado que escojamos y el huevo. Una vez que las verduras que metimos al horno estén listas, agregar el ajo asado a la mezcla.
- Colocar el relleno sobre la base de la tarta, aplastando con una espátula hasta que quede prolijo. Cocinar de nuevo durante media hora o hasta que el relleno comience a tomar un poco de color.
- Retirar del horno y dejar enfriar completamente, de la noche a la mañana sería ideal.
- Después de desmoldar con mucho cuidado, decorar la tarta con las aceitunas, tomates asados, cherries, mozarella fresca, cebolla y hojitas de albahaca. Condimentar con orégano, pimienta y aceite de oliva justo antes de servir. Se recomienda no agregar sal ya que la base, el queso y las aceitunas son sumamente saladas.
