Empanadas de copetín

¿Se acuerdan de las empanadas a mil? A continuación, mi humilde homenaje a esas potentes, jugosas y decadentes empanadas de borde crujiente y relleno sabrosamente pecaminoso.

Hoy una mañana burocrática en cualquier ente público no está completa sin el aroma a empanada que los perros le están bajando dos horas antes del almuerzo. Un terere rupa tranquilito, livianito, como para hacer lugar para el soyo con tortilla y mandioca.

Con semejante menú es prácticamente imposible seguir trabajando después del mediodía. ¿Será ésta la razón que casi ninguna oficina del estado abre después de las 12?

¿De dónde saca el estómago la gente que come empanada de carne a las 8 de la mañana? Los albañiles y obreros que se rompen la espalda desde que sale el sol necesitan de combustible. Pero ese oficinista con la camisa de botones a punto de estallar… Amigo, ¿en serio?

Tengo recuerdos de recreos en el colegio donde sin pestañear a las 9:40 de la mañana me engullía una (o dos) empanadas de jamón y queso. Y eso que desayunaba en casa antes de salir.

Habían valientes que incluso hacían pasar la media mañana con un sándwich de milanesa tamaño sábana. Mi otro menú estrella del recreo era croissant de jamón y queso con un Toddynho helado. Y después me pregunto por qué en cuarto curso tenía casi 10 kilos más que ahora.

No sé si serán los años, pero la idea de esa empanada de carne frita con aceite de motor es algo que mi pobre pancita ya no aguanta, máximo una cuatro quesos de Don Vito de mes en cuando. Ojo, eso no saca mi añoranza de una empanada con todas las letras. En esa búsqueda implacable nace esta empanada de copetín.

Trampas tiene miles. Primero y antes que nada, yo sé, no es de carne de verdad. Segundo y no menos importante, es al horno y no frita. ¿Es igual a aquella mítica empanada de mil? No. Pero en un mundo donde pequeños cambios marcan una gran diferencia, prefiero comerme cuatro de estas deliciosas empanadas falsi a tener un pico de colesterol a los 35.

El pancito NO es opcional. El picante (de guayaba si se puede) tampoco.

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Tiempo de preparación
Una hora

Tiempo de cocción
Una hora 30 mins

Tiempo total
Dos horas

Precio: $

Dificultad: Medio

Porciones: 24 empanadas

Ingredientes:

• 150 grs de carne de soja
• 300 ml de salsa de soja
• 100 grs de salsa barbacoa
• 100 grs de mostaza
• 3 cucharas soperas de pimentón
• 1 cuchara sopera de comino
• 300 ml de agua
• 1 cuchara sopera de sal
• Una cuchara sopera de aceite
• 24 tapas de empanadas
• 5 huevos
• 2 cebollas medianas
• 4 dientes de ajo
• 2 ajíes picantes
• 2 locotes verdes
• 2 tomates grandes
• 1 mazo de perejil
• 1 mazo de cebollita
• 2 hojas de laurel

¿Qué hago?

1. La noche anterior, hidratar en un bowl la carne de soja con la salsa de soja, barbacoa, mostaza, pimentón, comino, sal y agua. Dejar reposar por lo menos 12 horas.
2. Usando un colador fino, quitar el agua a la carne con presión hasta que quede seca y no libere más líquido. Reservar.
3. En un wok u olla grande, calentar el aceite. Saltear la cebolla cortada en cubitos pequeños y el ajo durante 5 minutos o hasta que la cebolla empiece a dorarse.
4. Agregar la carne de soja y dejar cocinar durante 8 minutos, revolviendo de tanto en tanto para evitar que se pegue.
5. Añadir los locotes cortados en cubitos, el ají y el tomate. Salpimentar y añadir las hojas de laurel.
6. Cocinar durante por lo menos 15 minutos cuidando que el relleno no se seque ni se pegue al wok.
7. Apagar el fuego. Mezclar perejil y cebollita picada con el relleno.
8. Hervir 4 huevos durante 10 minutos. Cortar en trozos grande y sumar al relleno.
9. Dejar reposar por lo menos media hora hasta que se enfríe.
10. Rellenar los discos de empanada usando agua para sellar los bordes. Luego pintar cada empanada con un huevo batido para darle un lindo color.
11. Cocinar al horno durante 25 minutos o hasta que estén doradas y crujientes.

Tip: Pueden congelarse crudas por varios meses y si el relleno sobra puede usarse como base en guisos, como relleno de tarta o como picadillo de carne.