Papines dorados, crocantes por fuera y casi puré por dentro. La textura sedosa de la crema con aroma hipnotizador a queso gruyere y cheddar. La frescura inesperada de la cebollita de verdeo. El toque ahumado de un crocante que podría ser un primo lejano de la inefable panceta. Debería inventarse otro nombre para este plato bombástico porque no sé si el vocablo sopa le hace justicia.
El lunes me invitaron junto a seis otros cocineros a crear una receta pensando en cerveza, donde por primera vez en cuestión de meses estuve fuera de mi casa hasta las 2 de la mañana sin quedarme dormida en la silla. ¡Bien por mí!
Aunque muchos comensales se mostraron inicialmente reacios a llenar sus estómagos con sopa habiendo empanaditas de colita cuadril, sándwiches de bondiola, tacos y hasta un guiso carretero con cecina ahumada, la abundancia de queso en esta sopa de sabor profundo y cuerpo explosivo se llevó un que otro suspiro amoroso y hasta hubo quienes no se resistieron al rekutú.
Hay pocas cosas que me den más alegría que lograr que un carnívoro estricto se anime a enfrentarse al gran despertar de que la opción vegetariana de la noche no siempre es una lechuga con dos ralladuras de zanahoria y hummus. En fin, me hallé.
Por supuesto que me sobraron unos 30 panes y un kilo de queso sardo porque si hay algo que fuerza a este cuerpito latino son las matemáticas. Así una vez cocinamos hamburguesas con Giselle y al final del evento terminamos repartiéndonos 7mil guaraníes de ganancia cada una, y por supuesto, 10 kilos de colita cuadril, 20 packs de Pilsen y queso cheddar como para 200 Big Macs.
Por lo menos este fin de semana tenemos encuentro con los amigos, y adivinen qué vamos a comer.
P.D. Si alguna vez compartí con ustedes una receta de sopa diciendo que era la más increíble del mundo, perdón. Les mentí. Ésta es LA sopa del año.
Sopa crema de papines asados con crocante ahumado Imprimir
30 mins
90 mins
2 horas
- 1 kilo de papines
- 2 zanahorias grandes
- 150 gramos de manteca
- 2 cucharas de aceite de oliva
- 5 cucharas soperas de harina común
- 2 cucharadas soperas de pimienta cayena
- 1 cuchara sopera de pimentón dulce
- 1 cebolla
- 1 cabeza de ajo
- 500 ml de cerveza
- 200 gramos de queso cheddar
- 150 gramos de queso gruyere
- 250 ml de crema de leche
- 100 gramos de queso Sardo
- 1 mazo de cebollita
- 150 gramos de carne de soja
- 150 ml de salsa barbacoa
- 100 ml de salsa de soja
- Un paquete de ají molido
- Un paquete de paprika
- Un paquete de pimentón ahumado
- Un paquete de ajo deshidratado
- Una cuchara sopera de comino
- Aceite para freír
- La noche anterior colocar en un bowl la carne de soja, salsa barbacoa, salsa de soja, ají, paprika, pimentón, ajo y comino con aproximadamente 100 ml de agua. Mezclar bien y dejar reposar hasta el día siguiente.
- Precalentar el horno a fuego alto. En una placa colocar el aceite, los papines (cortados a la mitad si son muy grandes), las zanahorias cortadas en rodajas gruesas, la cabeza de ajo entera sin pelar y la mitad de la manteca cortada en cubos. Condimentar con sal y pimienta cayena.
- Cocinar durante una hora o hasta que los papines estén dorados y tiernos. Retirar del horno. Reservar en un bowl aparte la mitad de los papines.
- Mientras tanto, colar la carne de soja apretando con fuerza para retirar todo el líquido sobrante. Agregar 4 cucharas soperas de harina común y mezclar con las manos. Calentar aceite en una sartén y freir la carne por tandas, escurriendo el aceite sobre papel secante. Salar la carne frita y reservar hasta el momento de servir.
- Calentar aceite en una olla profunda. Derretir el resto de la manteca con el aceite. Agregar la cebolla cortada en tiras finas y cocinar durante 8 minutos. Salpimentar. Añadir una cuchara sopera de harina común y mezclar bien hasta que se disuelva.
- Agregar los papines y zanahorias asadas, el ajo pelado sin cáscara y el pimentón dulce. Luego, verter la cerveza en la olla y cocinar durante 10 minutos.
- Apagar el fuego. Con una procesadora de mano (o licuadora en su defecto) procesar hasta que la mezcla se convierta en un puré espeso.
- Llevar la olla de nuevo a la hornalla y añadir los quesos cortados en cubos pequeños y la crema. Cocinar a fuego bajo hasta que se derritan. Si la mezcla queda un poco espesa, agregar un poco de leche. SI queda muy líquida, disolver una cucharita de harina en agua y añadir a la olla mezclando bien.
- Por último agregar los papines asados enteros a la sopa. Se sugiere servir dentro de un pan de campo ahuecado, espolvoreado con queso sardo, cebollita de verdeo y el crocante ahumado.
