Suenan las campanas, ¡oficialmente habilitada la temporada de sopas! Admito que no soy amiga del frío. OK, detesto el frío. Soy de las que baja un grado la temperatura y desempolva la bufanda, el gorro y la frazada de polar. De las que llovizna y se encierra en la habitación todo el fin de semana. De las que le sopla viento y se congestiona. Pero una sopa crema de hongos podría hacerme cambiar de opinión.
Los hongos frescos son un gusto a veces inalcanzable en nuestro país. Me encantaría almorzar una vez por semana burgers de portobello, pasar un jueves after office comiendo ceviche de hongos ostra y ponerle champignones a mi pizza como si no hubiese mañana. Lastimosamente, todavía le faltan unos cuantos ceros a mi sueldo de freelancer.
Soy una gran contradicción. Por un lado, tengo fantasías sobre aceites de oliva, arroces exóticos y salmón fresco en mi heladera. Por otro, ahorrar y administrar los gastos de víveres me emociona más que cualquier final de campeonato. Bueno, igual no es que sea muy futbolera tampoco.
Los shitake secos son la manera más cercana que tengo de disfrutar esos sabores lujosos invernales sin quedarme sin fondos para pagar la luz y las docenas de pañales semanales.
Una gran forma de ahorrar es nunca tirando comida. Revisando cada tres días la heladera a ver qué está por descomponerse. Comprando verduras en oferta y de estación en el supermercado, o aún mejor, en los mercados y ferias agroecológicas. Reinventando la sopa, el soufflé o la ensalada de ayer. Pidiendo menos delivery y animándonos a probar recetas nuevas.
Esta sopa crema sería una versión líquida de pobre pero chuchi. Al final, los hongos son lo único que son un poco más caro que lo normal, e igual siguen siendo más baratos a su equivalente en carne vacuna de primera.
El resto de los ingredientes, vyresa. Y el sabor, de restaurant cinco estrellas.
Sopa crema de hongos shiitake Imprimir
15 mins
45 mins
Una hora
- 50 grs de hongos shiitake secos
- 2 cucharas soperas de aceite de oliva
- 1 cebolla grande
- 1 diente de ajo
- 1 locote rojo grande
- 1 cuchara sopera de harina común
- 2 papas medianas
- 1 cuchara sopera de salsa de soja
- 1 hoja de laurel
- Sal y pimienta
- ½ taza de vino blanco
- 2 cucharas soperas de extracto de tomate
- 2 yemas de huevo
- ½ taza de leche descremada
- 1 mazo de perejil
- Hidratar los hongos en 2 tazas de agua caliente durante la noche. Una vez hidratados, reservar el agua para cocinar más adelante.
- Cortar los hongos en tiras finas. En una olla grande, calentar el aceite de oliva y dorar los hongos por 3 minutos sin tocar y tratando de que no se encimen demasiado. Agregar la cebolla, el ajo y el locote picados bien finos.
- Cocinar durante 6 minutos o hasta que empiece a dorarse la cebolla. Espolvorear la harina y mezclar rápido para que no se formen grumos.
- Añadir el vino blanco, la salsa de soja, el extracto de tomate, laurel, sal y pimienta.
- Una vez que haya evaporado un 75% del vino, agregar el jugo que quedó de los hongos. Cortar las papas bien pequeñas y agregar a la sopa. Volver a salpimentar.
- Cocinar durante media hora hasta que la papa se ablande. Agregar 1 taza de agua si el caldo se seca demasiado.
- Mezclar en un bowl las yemas de huevo y la leche hasta que se integren. Con un cucharón retirar un poco de la sopa y mezclar rápidamente con los huevos para que levanten temperatura sin cocinarse del todo.
- Agregar el mix de leche y huevos a la sopa y cocinar a fuego bajo por 5 minutos más.
- Decorar con hojitas de perejil y si se puede, servir con crotones.
