En casa de mi mamá el cumpleañero siempre tiene el honor de elegir el menú de almuerzo de su día dichoso. La gente más normal de la familia va por los clásicos; asado, milanesas, ñoquis, lasagna. Este año, yo pedí la comida que más extraño de cuando era niña y todavía vivía en esa gran casa en Barrio Herrera: lentejas con arroz.
Las lentejas son de esas comidas nobles, económicas, que dan amor y sensación inmediata de abrazo abuelístico. En mí tienen el poder de teletransportarme en medio segundo a un feriado invernal de almuerzo entre semana seguido de una siesta acurrucada en brazos de mi madre. Cuando no haber hecho la tarea era la preocupación más grande un lunes a las 7 de la mañana y cualquier problema podía solucionarse contándole a los grandes.
Creo que pasé gran parte de mi adolescencia fantaseando con la adultez, el ser libre e independiente, no teniendo que pedir permiso ni cumplir con horarios ajenos. Mi techo, mis reglas. Pensando que en la facultad por fin iba a estudiar sólo lo que me gustaba sin nunca más tener que ver el teorema de Pitágoras.
Con la estúpida idea de libro de autoayuda de que si trabajas en lo que te gusta, nunca realmente trabajarás. Bull. Shit.
Lo que uno no sabe a los 10 años es que con la adultez no hay papel higienico si no compraste vos. Que crecer es divertido hasta que realmente creces.
No es que me haya pegado mal el cumpleaños ni la entrada oficial a la tercera década de mi historia personal. Mi mamá siempre me dijo que éstos fueron los mejores años de su vida y este cumpleaños me aferré a eso, a que la mejor década que recordaré a los 60 empezó hace un año.
Entrando a esta joven adultez sigo soñando más o menos lo mismo que de niña. Quiero mi casa, mis perros, mi esposo, mi trabajo, mi comida, mis amigos, mi cerveza (¿?). Por suerte ya no tengo 20 ni tiempo para fingir, para cumplir, ni para vivir con miedo.
La auto-aceptación quizás siga un poco lejos, pero cumplir 31 hizo que quiera más que nunca tratar de encontrarla y de paso, encontrarme.
Y obvio, quiero mis lentejas con arroz de cumpleaños. Y mi torta de chocolate y café con baño de chocolate y dulce de leche, cuya receta lastimosamente quedará pospuesta una vez más hasta el año que viene.
En fin, feliz cumple atrasado a mí.
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Una hora 40 mins
- Una taza de lentejas
- Una cebolla
- Un diente de ajo
- Una zanahoria
- Un locote verde
- Un locote amarillo
- Una batata mediana
- 2 tomates
- Un pedazo mediano de zapallo
- Una cuchara de comino
- Un chiqui de curry
- Una cuchara de ají picante
- Una cuchara de pimentón
- 4 cucharas soperas de salsa de soja
- Una cuchara sopera de mostaza
- Un mazo de perejil para decorar
- Limón (opcional para servir)
- 2 dientes de ajo
- 1 cucharada sopera de aceite neutro
- 2 tazas de arroz tipo 1
- 4 tazas de agua
- Sal a gusto
- Colocar las lentejas en un bowl con agua y lavarlas removiéndolas en el agua. Colar y reservar.
- Calentar el aceite en una olla mediana. Picar la cebolla y el ajo bien fino. Sofreir hasta que empiece a dorarse la cebolla.
- Mientras tanto, picar los locotes en cuadraditos pequeños y agregar a la olla. Revolver y salpimentar.
- Cortar la batata y la zanahoria en cuadraditos de tamaño similar. Mezclar con el resto de las verduras en la olla.
- Condimentar con salsa de soja, mostaza, ají, pimentón, curry y un poco de comino. Mezclar bien.
- Añadir los tomates cortados. Agregar dos tazas de agua y una vez que empiece a hervir, bajar el fuego al mínimo. Cocinar durante 45 minutos.
- Agregar el zapallo cortado en cubitos pequeños. Cocinar por lo menos media hora más. La meta es que las lentejas empiecen a deshacerse. En realidad, mientras más se cocinen, más ricas serán. Solo es necesario cuidar que no se queme el fondo de la olla agregando agua de a poco.
- Dejar reposar 15 minutos con el fuego apagado. Servir con perejil y un toque de limón.
- Para hacer el arroz, primero enjuagar en un colador bajo la canilla moviendo con cuidado el arroz con las manos hasta que el agua salga más o menos transparente.
- Mientras tanto, calentar el aceite en una olla (preferentemente no tan profunda) y apenas dorar el ajo cortado en láminas finas.
- Agregar a la olla el arroz, revolviendo con una cuchara de madera.
- Uno o dos minutos después, añadir el agua. Revolver solamente para despegar el arroz del fondo de la olla. Cuando empiece a hervir el agua, bajar a fuego lento.
- Cocinar durante 15 a 20 minutos con la olla destapada revolviendo de tanto en tanto. Cuando el agua se haya evaporado en un 90%, y el arroz esté en su punto, apagar el fuego y tapar la olla durante 5 minutos. Luego revolver y dejar destapada para que el arroz no se pase.
