¿Empezar una dieta implica confinarte entre cuatro paredes, alienándote del mundo, de tus amistades mala junta y de todo lo que disfrutas hacer y realmente te hace feliz? La solución es simple, no hagas más dieta. Esta picada fresca, generosa y deliciosa viene a salvar el día, el juernes y la juntada semanal con las chicas.
Mis amigas fueron todo, quedaron en segundo plano, y volvieron a ser todo.
A veces les quiero en pequeñas dosis, y otras veces como ahora, sólo quiero una sobredosis de ellas. La juntada semanal de hace ocho años que fue mermando a un grupo de Whatsapp de intermitente conversación, volvió hace un mes y se convirtió en la terapia que siempre dije necesitar. Un espacio seguro, sin juicios, de ser uno mismo y de dejarse ir y decir en voz alta lo que uno tiene miedo hasta de pensar.
La maternidad, aunque no todas mis amigas son madres, me hizo aferrarme a mi tribu, a mis mujeres, a mi mamá y a mis amigas de hace décadas. Y hoy somos todas tan distintas a lo que nos unió al conocernos en esa adolescencia tormentosa; pero una energía más grande que nosotras, una conexión más allá del tiempo y el espacio, teje una red invisible entre estas mujeres increíbles y yo.
Y hay de todo: la feminista, sabia e independiente que viajó por el mundo y volvió; la madre que era madre antes de ser madre, siempre dando todo por el bienestar de los demás; la soñadora empedernida, cuyo mundo interior y confianza trasciende todas las barreras; la ocurrente, personaje, divertida, hilarante, mejor dadora de consejos; la que tenía 70 desde que tenemos 15, cuentacuentos con un humor fuera de este mundo; y yo, una Suiza ocurrente, que le gusta escuchar, cocinar, y mimar a mi gente querida.
Gracias por estar ahí. Seguro que Rossana va a ser la única que lea este post y comparta en el grupo. Les quiero.
Este post llega a ustedes gracias a Plaza Hogar, donde podes encontrar estos hermosos bowls para celebrar la amistad como se debe, con mucha comida linda y rica.
Picada anti-dieta Imprimir
30 mins
5 mins
35 mins
- Un mazo grande de apio
- Dos zanahorias medianas
- 200 grs. de tomates cherry
- Una docena de huevos de codorniz
- Media taza de nueces y frutos secos mixtos
- Media taza de maíz chulpi tostado
- Tres rodajas de pan de salvado
- 100 grs. de aceitunas negras
- Un diente de ajo picado
- Una pizca de orégano
- Una pizca de tomillo
- Una cucharita de aceite de oliva
- Un chorrito de miel negra
- 100 grs. de aceitunas verdes
- Un diente de ajo picado
- Ralladura de una naranja
- Una pizca de ají picante
- Una cucharita de aceite de oliva
- Una taza de ricotta
- Jugo de medio limón
- Medio mazo de albahaca
- Un puñado pequeño de nueces mariposa
- Un diente de ajo
- Una cucharita de aceite de oliva
- Una taza de ricotta
- Dos cucharas de queso crema light
- 30 grs. de queso azul
- Cortar el pan en bastones, rociar con aceite de oliva en spray y cocinar en el horno por 5 minutos o hasta que se tueste.
- Poner a hervir los huevos de codorniz durante cinco minutos. Retirar del fuego y dejar reposar en un recipiente con hielo antes de pelar. Guardar en la heladera una vez pelados.
- Mientras tanto, cortar las zanahorias en bastones pequeños. Retirar las hojas del apio y cortar solo los tallos en bastones cortos. Reservar.
- En un bowl mezclar las aceitunas negras, ajo picaso, orégano, tomillo, aceite de oliva y miel negra. Dejar reposar.
- En otro bowl combinar las aceitunas verdes, ajo, ralladura de naranja, ají y aceite de oliva. Ambas aceitunas se intensifican en sabor con el correr de las horas, por lo que aconsejo preparar con tiempo antes de servir.
- Para la ricotta al pesto, colocar en la licuadora la ricotta, jugo de limón, albahaca, nueces, y aceite de oliva. Salpimentar. Agregar ⅓ de taza de agua para facilitar y no forzar la licuadora. Reservar en la heladera.
- Por último, crema de ricotta al roquefort. Con un tenedor combinar la ricotta, queso crema, queso azul, sal y pimienta. Guardar refrigerado hasta el momento de servir.
- Armar la picada colocando los bastones de apio, zanahoria y pan en un recipiente. Servir las aceitunas por separado en bowl pequeños, junto a las nueces y el maíz. Colocar ambas cremas en bowls. Disfrutar.