Harta del bloqueo mental de cuarentena, donde hasta mis sueños transcurren en videollamadas en Zoom, encierro forzado y con miedo del virus maldito.
Tenía otro post para esta receta, pero al releerlo hoy decidí enterrarlo el cajón de escritos perdidos llaveados en una carpeta en el escritorio de mi computadora. Voy directo al grano.
Este pan de canela y arándanos es suave y esponjoso, lo suficientemente dulce como para paliar el antojo que azota a eso de las 3 de la tarde, pero repleto de cosas que miman al cuerpo y llenan el alma de cariño maternal.
No, no me sale ni hablar sobre el pan. Perdón.
Escribo y escribo pero mi mente siempre vuelve al mismo punto de inicio. Mejor cierro acá. Y pensar que en febrero yo misma repetía con convicción, nah, dicen que el virus no va a aguantar nuestras temperaturas. Ilusa.
P.D. Todos los ingredientes para esta receta facilísima podes encontrar en La Marchante. Gracias por seguir colaborando con este humilde blog que a veces no entiendo cómo sigo haciendo.
Pan de canela y arándanos sin gluten Imprimir
5 mins
30 mins
35 mins
- 1 ¼ tazas de harina de almendras
- ¼ taza de harina de coco
- ¼ taza de psyllium
- Una cuchara de bicarbonato de sodio
- Una pizca de sal
- Una cuchara de esencia de vainilla
- Dos cucharas soperas de canela
- ¼ taza de miel
- ¼ taza aceite de coco
- 3 huevos
- 3 cucharas soperas de agua
- ¼ taza de arándanos secos (podés usar uvas pasas también)
- Precalentar el horno a 180 grados. Mezclar en un bowl la harina de almendras, harina de coco, psyllium, bicarbonato, sal y canela.
- En otro bowl, combinar los huevos, miel, aceite de coco, esencia de vainilla y agua hasta obtener una mezcla homogénea.
- Agregar la mezcla humeda a la seca e integrar bien. Por último, añadir los arándanos secos.
- Colocar la mezcla en una budinera aceitada y aplastar para que no quede aire. Cocinar por 25 minutos o hasta que al introducir un palito al medio, este salga limpio.
- Dejar enfriar para desmoldar. Conservar en recipiente hermético para que no pierda frescura.