Dicen que todos los perros van al cielo. No sé por cuál plano astral vagará el alma de Mojito ahora mismo, pero sé que está mejor; tranquilo, feliz, descansando entre almohadones de plumas y huesitos de costilla.
El último día de Mojito fue uno de esos días donde el clima está perfecto, no hacía frío ni calor, upa y mimándonos en el patio bajo el solcito de abril nos despedimos con un asadito mientras veíamos a Awi corretear. Yo, intentando contener las lágrimas que corrían por mis cachetes calientes de tristeza, intenté que ese día de despedida sea digno de un ser tan increíble como ese perrito de casi doce años.
Describir a Mojito y resumir 84 años de vida perruna es casi imposible, nos conoce desde que éramos jóvenes, se mudó cinco veces con nosotros, nos conoce más que nosotros mismos.
Mojito, el pinscher bocina, el perro policía que separaba las riñas de los gatos, el cachorro todoterreno que amaba pasear y perderse entre los yuyales a pesar de su tamaño. El guardián, el que dormía bajo la frazada entre mis piernas, el canoso que no se dejaba vencer, aunque su cuerpo ya no le respondía.
Recién hoy puedo escribir sobre esto sin llorar. Y no quería hablar del tema porque sólo pensar en recibir pésames y abrazos y fuerzas haría de mis días sin Mojito aún más difíciles. Hoy ya estoy lista para recordarlo y honrarlo, por haber sido un sabio y adorado integrante de esta manada, y sobre todo por haberme enseñado que cuando el corazón es grande, el tamaño no importa.
Al final sí estoy llorando. Buen viaje Moji, te queremos para siempre. Saludos a Wendy.
Sandwichitos de garbanzos con pao bao casero Imprimir
90 mins
60 mins
Dos horas y media
- 525 gramos de harina 000
- Una cuchara sopera de azúcar blanca
- Una cuchara sopera de levadura en polvo
- 50 ml de leche entera
- Una cuchara sopera de aceite neutro
- Una cuchara sopera de vinagre de arroz
- Una cucharita de polvo de hornear
- Una cucharita de sal
- Una lata de garbanzos
- Media cebolla morada
- Una cuchara de mostaza Dijon
- Una cucharita de pimentón dulce
- Medio mazo de perejil
- Medio mazo de cebollita
- Medio mazo de cilantro
- Una cuchara sopera de tahini
- Jugo de medio limón
- Cinco cucharas soperas de aceite de oliva
- Sal y pimienta
- Medio locote rojo
- Medio locote amarillo
- Media cebolla
- Un trozo mediano de repollo morado
- Un diente de ajo
- Tres cucharas soperas de aceite de oliva
- Una cucharita de azúcar
- Jugo de un limón
- Sal y pimienta
- Mezclar en un recipiente pequeño la levadura con una pizca de azúcar y la leche tibia. Dejar que la levadura se active, en unos cinco minutos debería quedar espumosa.
- En un bowl grande combinar la harina, sal y azúcar. Agregar el vinagre y el aceite. Por último añadir la mezcla de leche y levadura.
- De a poco ir incorporando 200 ml de agua, mezclando con las manos. Amasar durante 10 minutos hasta obtener una masa suave y elástica. Dejar reposar tapada con un trapo dentro de un bowl aceitado por dos horas hasta que duplique su tamaño.
- Luego de dos horas, retirar la masa y colocar sobre la mesada enharinada. Sacarle todo el aire y agregar el polvo de hornear. Formar una víbora larga de más o menos 3 centímetros de grosor. Cortar trozos de 3 cm de largo. Deberían salir aproximadamente 18 pancitos.
- Formar pequeñas bolitas con las manos. Dejar descansar 5 minutos sobre la mesada.
- Con un palo de amasar, estirar las bolitas hasta que queden planas. Untar un poquitito de aceite a la superficie de la masa. Untar un palito chino con aceite y colocar en medio de la masa. Doblar como formando una empanada y retirar el palito.
- Dejar levando tapado por lo menos una hora.
- Preparar la vaporera. Para cocinar, colocar en tandas pequeñas los panes (con extremo cuidado para que no se desinflen) sobre la vaporera aceitada. Cocinar durante 8 minutos y retirar con cuidado.
- Guardar en un recipiente hermético hasta una semana o congelar para disfrutar para siempre.
- Picar la cebolla, cebollita, perejil y cilantro y colocar en un bowl.
- Agregar los garbanzos en lata, la mostaza, pimentón, tahini, limón, aceite, sal y pimienta. Pisar la mitad de los garbanzos para que queden cremosos, pero dejando algunos enteros para darle una textura más firme a la ensalada. Probar y rectificar condimentos si hace falta. Reservar media hora en la heladera antes de consumir.
- Cortar los locotes, cebolla y repollo en tiras finas.
- Mezclar en un bowl el ajo picado, aceite de oliva, azúcar, aceite, sal y pimienta. Agregar los vegetales y mezclar bien. Dejar marinando al menos media hora en la heladera. Mientras más tiempo pase, más ricos estarán. Recomiendo armar los sandwiches en el momento para máximo disfrute.
