The times they are a-changin’. El nuevo normal. Los que se reinventaron y los que no. Cuarentena. Distanciamiento social. Protocolo. Harta.
Siento que ya escribí todo lo que podía escribir sobre la vida en aislamiento. Y ahora que de a poco empieza a esclarecerse el panorama, el miedo vuelve a invadirme y la incertidumbre se apodera de mi cuerpo. No lidio bien con el cambio. Parece que justo cuando le agarré el gusto a la vida en casa, ¡pum! se acabó todo.
Setenta y más días después esto parece un diario de cautiverio; el vaivén de ansiedad que por fin había controlado, ahora fluctúa minuto a minuto. Hoy que todos vuelven a la oficina puedo comprender lo que fue estar encerrada tanto tiempo. Y lo difícil, pero extrañamente liberador que fue. Y no sé si quiero volver al mundo real.
Ahora dudo sobre cuán productiva soy fuera de casa. Cuestiono si vale la pena perder media hora en el tráfico para reunirme quince minutos. Decido en quién invertir mi tiempo. Aprendí a lavarme las manos y sanitizar correctamente las verduras. Soy consciente de cuánto gastaba saliendo a tomar una birra. Más que nunca reina el “para qué vamos a pedir delivery si hay comida en casa”. Y sobre todo, mi paciencia como madre se puso al límite mismo.
Ayer lloré escondida porque ya no podía más. Pero hoy amanecí mejor. Vaivén.
Parece que la semana que viene grabo un comercial después de tres meses. Me emociona pero a la vez me da mucho miedo. De las exigencias, protocolos, jornadas interminables y sobre todo, de enfermarme. Veo noticias de nuevos contagios, alta carga viral, y cierro el Whatsapp. No quiero salir.
Me va a hacer bien salir a grabar. Pero sí, qué miedo todo.
Esta receta fue creada en colaboración con La Marchante, donde encontrás la harina de garbanzos y un montón de ingredientes increíbles para experimentar.
Chips de garbanzos con dip de alcaparras y aceitunas Imprimir
10 mins
15 mins
25 mins
- 1 taza y media de harina de garbanzos
- Media taza de agua
- Una cuchara de orégano
- Una cuchara de ajo en polvo
- Una cuchara de pimentón
- Una cuchara de aceite de oliva
- Un poquito de sal
- Opcional: Sal marina para espolvorear por encima
- Un tomate
- Dos cucharas de alcaparras
- 10 aceitunas
- Un diente de ajo
- Un mazo de albahaca
- Tres cucharas de aceite de oliva
- Un puñado de nueces
- Mezclar en un bowl la harina de garbanzos, agua, orégano, pimentón, ajo en polvo y sal hasta formar una masa un poco pegajosa.
- Espolvorear la mesada con harina de garbanzos y amasar hasta que la masa deje de pegarse a los dedos. Estirar con un palo de amasar hasta que quede bien fina. La masa es un poco difícil de trabajar, así que hay que tener un poco de paciencia si se rompe.
- Precalentar el horno a 180 grados. Cortar los chips en triángulos y colocar sobre una placa aceitada. Rociar con un poco de sal marina.
- Cocinar por 15 minutos o hasta que queden tostados. Dejar enfríar para que de endurezcan y queden extra crocantes.
- Para el dip, primero procesar ajo, albahaca, nueces y aceite de oliva. Mezclar con el tomate y aceitunas bien picados y por último añadir alcaparras. No agregar sal, pero sí un poquito de aceite de oliva extra.