Las papas son la mejor verdura. Bueno, tubérculo. Pero son uno de los más alucinantes alimentos que nos regaló este fértil continente. Papas fritas, ensalada de papas, puré de papas, papas a la crema, y ahora estas papas gratinadas con queso que saben a pedacito de nube. Long live the papa.
Una de las cosas que más amo de las papas, además de su versatilidad y sabor a infancia feliz, es su poder de reinventarse. A la ensalada de papas le agregás crema y queso, un toque de horno y se convierte en papas a la crema. Sobran las papas a la crema, un par de huevos, y ¡boom! Tortilla de papas.
La tortilla de papas ya no sobra. Al menos no en esta casa. Lo mismo pasa con las papas fritas. Y con el puré. Hasta el niño más culí y anti-verduras cae rendido.
No sé de dónde salió esta manía del reciclado, evidentemente de chica me martillaron la noción de que la comida no se tira, no se desperdicia. Y así vivimos en casa, de rekutú en rekutú, a veces harta de pensar en qué puedo hacer distinto con el arroz que está por ponerse feo en la heladera.
Probablemente estas papas no sobren. Son de esas cosas que da gusto atacar de madrugada, cuando el recuerdo delicioso te hace salivar, te despierta y te recuerda que en la heladera quedó un tupper de pura y suave magia.
Lo mejor de todo es que la salsa sirve de base para un montón de recetas más, desde el acompañamiento perfecto para unos ñoquis hasta la base de una salsa cheddar para los nachos. Y no tiene gluten. No es light, bueno, pero nadie es perfecto.
Más papista que el Papa. No sé qué quiere decir esa frase, pero si tiene que ver con estas papas crocantes, cremosas, ahumadas y llenas de sabor, me declaro 100% papista. ¡Que disfruten, papahólicos!
P.D. Este post fue creado en colaboración con Maizena Paraguay.
Papas gratinadas Imprimir
15 mins
30 mins
45 mins
- 3 papas medianas
- Dos cucharas soperas de manteca
- Una cuchara sopera de Maizena
- Una taza y media de leche entera
- Una cucharita de nuez moscada
- Una pizca de sal y pimienta
- Una taza de queso desmenuzado
- Una cuchara de mostaza Dijon
- Dos cucharas soperas de queso rallado
- Hervir las papas con cáscara hasta que se ablanden. Sacar del agua, pelar y dejar enfriar.
- Mientras tanto, derretir la manteca en una sartén a fuego bajo.
- Agregar la Maizena revolviendo constantemente con un batidor de mano para que no se formen grumos.
- Cocinar un minuto y antes de que empiece a tomar color, agregar leche de a poco sin dejar de revolver. Cocinar unos 5 minutos hasta que empiece a hervir y espesarse.
- Condimentar con sal, nuez moscada y mostaza Dijon.
- Cuando la salsa tiene la consistencia deseada, agregar el queso desmenuzado y apagar el fuego. Revolver hasta que el queso se derrita.
- Precalentar el horno a 180 grados. Cortar las papas en rodajas finas y colocar en un recipiente para horno hasta cubrir el fondo.
- Salar y agregar un poco de la salsa. Agregar una segunda capa de papas sin olvidar agregar sal antes de la salsa. Repetir hasta llenar el recipiente.
- Terminar con una cantidad generosa de salsa y espolvorear con queso rallado y pimienta negra. Cocinar en el horno unos 20 minutos hasta gratinar. Servir inmediatamente.