Odio las peñas, el agua tónica y usar tacos; pero más odio desperdiciar comida.
Creo que viene de mi mamá esa noción de que la comida no se tira, que con un poco de ingenio siempre tiene oportunidad de renacer; y como en el caso de la mandioca que evoluciona a mandi’o chyryry, llegar recién a su esplendor en su segunda vuelta por la mesa.
El mandi`o chyryry nace de la mandioca que sobró, que ya cumplió su noble tarea de acompañar al chorizo o servir de empujadora oficial del guisito. No hay ingredientes ni preparaciones complicadas; tiene solo lo justo para ser el campeón indiscutido de los desayunos yeradores; muy pocas resacas se resisten a sus encantos envueltos en queso derretido.
Como el asado de domingo que se vuelve el mejor guiso de lunes, el budín de pan que mientras más viejo el pan, más rico es, y hasta ese mismo guiso de lunes del asado del domingo que el martes se transforma en tortillitas; eso, para mí, es magia.
Hay poco más por agregar; pero si necesitabas una señal para cocinar mandi’o chyryry, es esta.
Mandi'o chyryry Imprimir
5 min
15 min
20 min
- 50 ml de aceite de girasol
- Una cebolla
- Una cucharita de sal
- 200 gr de mandioca hervida
- Cuatro huevos
- 100 gr de Queso Paraguay
- 50 gr de queso sardo
- Un mazo de cebollita
- Calentar el aceite en una sartén profunda. Sofreír la cebolla con un poco de sal unos 8 minutos hasta que quede bien dorada.
- Agregar la mandioca y cocinar a fuego alto hasta que quede un poquito dorada, unos 10 minutos, mezclando cada tanto.
- Bajar el fuego al mínimo y agregar los huevos. Mezclar constantemente para que queden revueltos.
- Antes de que los huevos se cocinen del todo, incorporar los quesos y la cebollita de hoja. Apagar el fuego y mezclar hasta que los quesos se hayan derretido. Servir inmediatamente.
