Cuando la gente habla de los pequeños placeres de la vida, creo que se refieren a esta tostada de aguacate. Sin frufruses (sería plural de frufrú), complicaciones ni fanfarronería alguna, es lo que es; un rico pan fresco, un aguacate en su punto y unos tomates apenas aromatizados con un poquito de ajo.
Devorar esta tostada a las 8 AM me lleva a una única conclusión: Los desayunos saludables no siempre son fáciles ni ricos pero DEBERÍAN serlo. ¿Por qué comer bien tiene que significar comer nada? Desde dietas hipocalóricas que solo me dejaban desayunar pan de gluten, café negro y una rodaja de pomelo hasta hiperproteicas que me obligaban a andar por la vida con queso, maní y yogur en la cartera, creo que a esta altura del partido no da con seguir la nueva dieta loca de la página 86 de la última Cosmopolitan. (¿Alguien en serio compra todavía Cosmopolitan?)
Todavía recuerdo esas noches cuando me despertaba en medio de la madrugada porque había soñado que rompí la dieta con una torta de chocolate enorme y no entendía si fue real o solo un sueño. Un inception de la borderline locura por las calorías.
Sí, creo que hice demasiadas dietas en mi vida.
Hoy diría que mi alimentación es 80% saludable (Pilsen’i no cuenta) y aunque no baje 8 kilos por semana como con la dieta de la sopa, me considero una persona mediaaanamente en forma. Entre paréntesis, hasta ahora no puedo oler el aroma fétido de aquella sopa de repollo que fue mi único alimento por una semana allá por el 2009 antes del casamiento de vaya a saber quién.
¡No más dietas! ¡Sí comer bien!
Leí también por ahí que los millenials nunca vamos a tener una casa propia porque gastamos toda nuestra plata en avocado toast y comida cara. Esta receta no te asegura el sueño de la casa propia, pero es una trompada de sabor y grasas buenas (a precio de amigo).
Tostada de aguacate y tomate Imprimir
5 mins
3 mins
8 mins
- Una rodaja de pan de centeno (o el que tengamos en casa)
- ¼ de aguacate
- ½ limón
- ½ tomate
- ¼ diente de ajo
- Una cucharita de semillas de sésamo
- Una cucharita de pimienta cayena
- Dos cucharadas de aceite de oliva
- Tostar el pan en el horno o la tostadora.
- Cortar en dos el aguacate. Retirar la semilla. Con un cuchillo y sin pelar, cortar láminas finas. Luego, retirar con cuidado con una cuchara. Agregar el limón para evitar que se oxide.
- Cortar el tomate en cuartos. Retirar con un cuchillo las semillas y el jugo. Volver a cortar en tiras.
- Agregar una cucharada de aceite a una sartén caliente. Dorar ajo bien picado durante un minuto cuidando que no se queme.
- Luego, agregar el tomate (sin sal) y dejar dorar por 2 minutos sin tocar mucho para que mantenga su forma.
- Colocar el aguacate en láminas sobre el pan tostado, luego el tomate. Salpimentar y espolvorear con semillas de sésamo y pimienta cayena. Un chorrito de aceite de oliva extra no le viene mal.
