¡Oh, mi amado arroz kesu! Llegó el momento más difícil en la historia del blog. Justo un año después. ¿Qué puede decir uno sobre su comida favorita aparte de que es lo mejor inventado por el ser humano y ojalá pudiese comer eso y sólo eso por el resto de sus días?
Un año y sesenta y pico recetas después no puedo creer donde estoy y en lo que me convertí en tan poco tiempo. Una comunicadora, madre, vestuarista con un blog de recetas que no quedó en una linda idea tras una ronda de cervezas. Con un blog que hoy y para siempre cambió y marcó mi historia personal.
Empezar este portal de recetas e historias fue como aprender a cocinar arroz kesu. Nunca había hecho más que mixto, y la sola idea de que mi comida favorita salga mal me tuvo temerosa y paralizada por años. Así mismo me pasó con Corazón de Arroz; que no soy chef, que no sé sacar fotos, que quién lo que soy yo para tener un blog de comida.
Pero el hambre ganó. Y no me quedó otra que aprender a hacer arroz cuando tenía antojos al llegar a las 10 de la noche de la facultad. Y así también tuve que aprender a sacar fotos, a armar una página, a seguir sacando todas las semanas recetas sin importar qué tan ajetreada o desmotivada estuviera.
Pero no hice esto sola, ni por si acaso.
Gracias a Juanma por motivarme siempre, por cocinar el almuerzo cuando no tengo ganas, por ser mi tester oficial de recetas nuevas, y por estar a mi lado hace tantos años dándome el empujón y abrazo las (millones de) veces que quise dejar el blog para siempre.
A mi mamá por compartir todas y cada una de mis recetas y hacerme fiesta por mis logros por más insignificantes que puedan ser.
A mis amigos por estar cada semana presentes siendo conejillos de indias de cada locura que sale de la cocina.
A mi gran mentora de la vida Regi Rivas que me dijo las palabras justas en el momento justo ayudándome a dar el puntapié inicial a esta aventura.
Y a todos y todas los que me escriben día a día, que prueban las recetas en sus casas, que las modifican a su gusto, que me dan ánimo a continuar con este trabajo que no me reditúa en nada más que en llenar el vacío emocional que tenía con el laburo rutinario.
Quizás son demasiados agradecimientos para tan poca cosa, pero de verdad, hacer esto cambió mi vida. Y este arroz kesu es la única manera de festejar eso.
Este año se viene con nuevos proyectos y metas, pero seguiremos acá, escribiendo estas líneas que demasiadas veces siento que nadie lee, pero que de alguna manera fueron mi Pascualina de los 30s, el espacio donde escribo para mí misma una vez por semana.
¡Salud, amigos, por un año más de comida rica hecha en casa con amor, y mucho, mucho arroz kesu!
Arroz kesu Imprimir
5 mins
15 mins
20 mins
- 1 cebolla
- 2 cucharadas soperas de manteca
- 1 taza y media de agua
- 1 taza de arroz tipo 1
- 1 taza de leche
- 3 cucharadas soperas de queso crema
- 150 gramos de Queso Paraguay o queso cremoso
- Cortar la cebolla en cubitos medianos. En una olla más ancha que profunda preferentemente, derretir la manteca y saltear la cebolla durante 5 minutos a fuego alto o hasta que empiece levemente a dorarse. Es mejor una olla de poca profundidad ya que evita que el arroz que queda debajo se pegue.
- Agregar el agua y calentar hasta que rompa hervor.
- Mientras tanto, lavar el arroz bajo la canilla con un colador hasta que el agua se vuelva transparente. Esto ayuda a que el arroz quede esponjoso y no se pegue.
- Agregar el arroz, apenas revolviendo para despegar del fondo. Una vez que vuelve a hervir, bajar el fuego al mínimo.
- Dejar cocinando y cada 3 minutos aproximadamente cuidar que no se pegue el arroz al fondo de la olla. No revolver, solo despegar con cuidado si empieza a adherirse.
- En una ollita aparte, calentar la leche e ir agregando de a poco cuando el agua empieza a evaporarse.
- Cocinar durante 9 minutos y apagar el fuego. Puede parecer que el arroz quedó muy líquido, pero todo será absorbido una vez reposado. Por las dudas, probar el arroz y si no tiene un centro duro, por más de que no se haya ablandado del todo, ya está listo.
- Agregar el Queso Paraguay cortado en cubos y el queso crema. Revolver envolventemente y dejar descansar tapado durante 5 minutos antes de servir.
- ¡Disfrutar del mejor acompañamiento y plato principal de enfermito del mundo!