Creo que todas las Navidades desde que empecé el blog escribí sobre lo mucho que aborrezco las fiestas. Lo difícil de este año, es que sigo sin ser fan de Papá Noel y compañía, pero tengo una hija de casi dos años a la que inculcar algún tipo de magia y fantasía en este mundo cruel.
No sé si quiero que Awi sea la niña que vaya al colegio y rompa la ilusión a veinticinco chicos contándoles que Papá Noel no existe. Pero me cuesta un montón prenderme a la onda roja y verde, llenando la casa de adornos kitsch y lucecitas (con lo cara que me vino la cuenta de ANDE encima). No sé si me gusta mentirle, aunque sea en pos de una fantasía infantil inocente. Sigue siendo una mentira para fomentar un día comercial y de endeudamiento.
Dios mío, me leo y me quiero reír. Pasan los años y sólo me vuelvo más y más Grinch. El año pasado hasta regalamos el arbolito de 25.000 que teníamos guardado en el depósito en una bolsa de basura. No me gusta comprar regalos, escuchar bombas, juntarme con tías a que me pregunten cuándo voy a tener otro bebé ni tener que recorrer la ciudad para cumplir con mis dos familias a las que amo, pero ugh.
Lo único que me gusta es comer. Y comer. Y al día siguiente si se puede, volver a comer.
Al final, no tengo una decisión tomada con respecto a la parte fantasiosa de la Navidad. Pero estamos a menos de quince días y por acá no se asomó ningún árbol ni guirnalda por el momento.
Igual creo que me queda un último año de zafar de los fantasmas navideños. Y prometo el año que viene inventar nuestra propia fecha festiva de diciembre, con nuestras tradiciones, festejos y personajes, así le enterramos de una vez por todas al viejo panzón vestido de rojo.
2020. Papá Noel is dead.
P.D. Así como la Navidad no es sobre los regalos, hacer estas galletitas no se trata de que salgan perfectas onda Pinterest. Lo lindo es jugar a decorar; en familia, en pareja, solo, pero dejándose llevar y disfrutando el momento. Y bueno, comer después, obvio. Los confites, mangas, moldes y pinturas son de Plaza Hogar.
Galletitas navideñas de manteca Imprimir
60 mins
10 mins
Una hora 10 minutos
- 1 taza de manteca a temperatura ambiente
- 1 taza de azúcar blanca
- 1 huevo
- Una cucharita de extracto de vainilla
- Tres tazas de harina 0000
- 3 claras de huevo
- 500 grs de azúcar impalpable
- Unas gotitas de jugo de limón
- Colorante rojo
- Colorante verde
- Confites de distintas formas y tamaños
- Glaseado en gel industrial
- En un bowl batir primero la manteca con el azúcar hasta que se integren y se forme una pasta cremosa. Puede hacerse a mano o con batidora eléctrica sin problemas.
- Agregar el huevo y la esencia de vainilla y seguir batiendo unos minutos.
- Por último, ir añadiendo de a poco la harina para evitar que se formen grumos. Amasar con las manos si es necesario para que todos los ingredientes se integren.
- Una vez que la masa esté lisa y suave, forrar con papel film y guardar en la heladera durante media hora.
- Transcurrida la media hora, estirar la masa con un palo con cuidado, teniendo en cuenta que puede quebrarse un poco por la cantidad de manteca.
- Cortar las galletitas usando moldes y colocar en una placa para horno aceitada guardando por lo menos 2 cm de distancia entre galletitas.
- Cocinar durante 8 a 10 minutos hasta que apenitas empiecen a dorarse. Retirar del horno y dejar enfriar por completo antes de decorar. Guardar en frasco hermético o en la heladera.
- Con una batidora eléctrica, mezclar las claras de huevo hasta que queden espumosas. Luego, ir agregando de a cucharadas el azúcar hasta llegar casi a punto nieve, es decir, hasta tener una mezcla suave pero resistente, que no chorree.
- Agregar un chiqui de jugo de limón para saborizar. Separar en distintos bowls y agregar colorantes, cuidando no poner demasiado para que el glaseado no quede demasiado líquido. Guardar en la heladera 30 minutos antes de usar.
- Colocar en una manga y ¡a decorar!