Las señoras señoronas galletitas de avena

Empalagados Recetas

Las galletitas de avena tienen mala reputación; son secas, insípidas, acartonadas. Te recuerdan con cada triste bocado que estás a dieta y eternamente lejos del cuerpo que supuestamente debes habitar. No deberían ni llamarse galletitas, les iría mejor un pronombre tipo “cilindros dulzones de isopor húmedo” o “pedazos de cielo raso y arena con edulcorante”.

Estas suaves y esponjosas galletitas de avena no entran en ningún régimen alimentario restrictivo, por eso, son las más deliciosas que probé en mi vida.

Odio las dietas. Odio la keto, la hipocalórica, la de la sopa y la de la luna. Mis emociones están ligadas a mi manera de comer. Si no puedo comer lo que me gusta, me obsesiono, entro en un espiral autodestructivo. Me termino odiando a los pocos días.

Si no hay comidas prohibidas y como para nutrir mi cuerpo, soy feliz. Si quiero comer galletitas, como. Y no por eso soy un fracaso, rompí ninguna dieta ni tengo menos fuerza de voluntad que nadie. Si como con consciencia, celebrando el alimento y el momento, nutriéndome (aunque sea de sabor) y me siento feliz, ¿por qué estaría mal?

Estas galletitas me llenan el corazón de esa sensación calentita como de abrazo. ¿Por qué atamos la culpa al placer? ¿Por qué puede prohibirse comer algo que te llena el alma de amor maternal?

Una barrita de cereales del súper nunca me haría sentir de la misma manera. Cada bocado de ese ladrillo seco con gusto a edulcorante me hace extrañar comer rico y casero. Me hace infeliz. No es rica, no me alimenta y me pone en ese estado catatónico de “estoy a dieta, no merezco comer nada que me haga feliz”.

Me recuerda cuan insatisfecha estoy y alimenta todas mis inseguridades. Refuerza la idea de que todos debemos vernos iguales mientras nos envenenamos lentamente el cuerpo y el corazón.

La comida no es el enemigo. El enemigo es la industria. La sociedad. Los vendedores de batidos. La ignorancia. Atkins, Scarsdale y los vendedores de libros.

Comer es un acto social. Es amor propio. Es político. Es una celebración. Es nuestro motor de vida. Mi meta este 2020: Comer más rico y con más consciencia. Moverme. Disfrutar..

Las señoras señoronas galletitas de avena Imprimir

Tiempo de preparación
10 mins
Tiempo de cocción
9 mins
Tiempo total
19 minutos
Precio: $$
Dificultad: Fácil
Porciones: 12 galletitas
Ingredientes:
  • 100 grs de manteca
  • Media taza de azúcar morena
  • ¼ de taza de azúcar blanca
  • Un huevo
  • Una cuchara sopera de miel negra
  • Una cuchara sopera de canela
  • Una cucharita de esencia de vainilla
  • Una cucharita de polvo de hornear
  • Una taza de harina de avena
  • Media taza de avena tradicional
  • Media taza de uvas pasas
¿Qué hago?
  1. En un bowl, combinar el azúcar y la manteca a temperatura ambiente. Mezclar hasta unir.
  2. Agregar los huevos, la esencia de vanillia y miel y batir hasta obtener una mezcla homogénea.
  3. Añadir la harina y polvo de hornear y mezclar bien. Por último, agregar la harina de avena, avena y uvas pasas.
  4. Refrigerar media hora antes de cocinar para que mantengan una buena consistencia.
  5. Precalentar el horno a 180 grados. Formar bolitas y colocarlas en una placa enmantecada manteniendo distancia para que no se peguen.
  6. Cocinar durante 9 minutos o hasta que empiecen apenas a dorarse en los bordes. Dejar enfriar en una rejilla y disfrutar.

Posts relacionados