Más inspirada en la película del revoltoso chef ratoncito que en la receta tradicional francesa, esta deliciosa y colorida tarta ratatouille es un mimo a la panza, al corazón y al alma. Justo lo que necesitaba un día como hoy.
Ya sé que la ratatouille real no se cocina así. Ya sé que no sé cortar correctamente con cuchillos y que es peligroso y que debería tener más cuidado para evitar accidentes. Ya sé que tu forma de cocinar avena es la correcta. Ya sé que sería mejor persona si fuese vegana. Ya sé que iba a ser más interesante que cocine más cosas con carne. Ya sé que tengo que dejar de usar tanto plástico. Ya sé que no entendés cómo tengo tiempo para cocinar y que no crees que coma todo lo que cocino. Pero lo que más sé, es que estoy cansada. H-A-R-T-A.
La idea cuando esto empezó hace casi tres años era desmitificar lo formal de la cocina, sacarle todo ese protocolo e investidura que la hace inalcanzable y la deja en manos de erutidos y estudiosos que no tienen ganas de que nadie más sepa sus secretos. Y mostrar que uno puede con lo que tiene, que de verdad es menos complicado de lo que parece.
Pero yo no soy chef, no estudié gastronomía, nunca trabajé en eso, no soy nutricionista ni me conozco las técnicas francesas crudiveganas correctas según Osho y el Gato Dumas.
Simplemente creo que cualquiera puede preparar una comida para su gente, que no hay bien y mal, que las equivocaciones son el siguiente paso a la perfección, que una torta deforme es una lección aprendida y que un guiso quemado es un recordatorio de estar presentes y de seguir intentando.
La cocina es y debe ser para todos. Desde pequeños deberían inculcarnos, independientemente del género, a valernos por nosotros mismos, a poder alimentarnos bien. Y enseñarnos también que equivocarse es parte del proceso. Que en la vida se aprende haciendo mal las cosas. Y que cuando algo al comer nos hace sonreír, es perfecto.
Mientras tanto, para este 2020, si no tienen nada lindo que decir, shut the fuck up. Y sigan cocinando aunque les siga saliendo mal. Sólo se puede ir para arriba cuando le pusiste sal en vez de azúcar a las galletitas. Me pasó.
End of rant.
Tarta ratatouille Imprimir
30 mins
60 mins
Una hora y media
- Una taza de avena extrafina
- Una taza de arroz integral hervido
- Dos huevos
- Una cuchara de queso rallado
- Una cucharita de orégano
- Una cucharita de ajo en polvo
- Una cucharita de pimentón dulce
- Una cucharita de polvo de hornear
- Un zucchini
- Una berenjena
- Una cebolla
- Una cabeza de ajo
- Un locote rojo
- Dos cucharas soperas de aceite de oliva
- Una taza de ricotta fresca
- Dos cucharas soperas de queso crema descremado
- Medio mazo de perejil
- Mezclar en un bowl la avena, arroz, un huevo, orégano, ajo en polvo, pimentón y polvo de hornear. Amasar con las manos hasta obtener una masa que no será homogénea, pero quedará muy crocante y deliciosa. Una vez lista, guardar en la heladera.
- Precalentar el horno a 180 grados. Colocar el zucchini, la berenjena y la cebolla cortados a la mitad en un recipiente. Agregar el ajo y el locote entero. Rociar con aceite de oliva y salpimentar. Cocinar en el horno durante 30 minutos o hasta que las verduras estén tiernas y apenas doradas. Retirar del horno y reservar.
- Una vez que se enfríen, retirar las semillas del locote y la cáscara del ajo. Cortar todas las verduras en tiras finas.
- Licuar la ricotta, un huevo, el queso crema, el perejil y el interior de la cabeza de ajo asada. Salpimentar y guardar en la heladera.
- Aceitar un recipiente hondo para tarta. Estirar la masa con los dedos con cuidado para evitar que se rompa. Aplastarla bien para que quede pareja.
- Agregar la crema de ricotta. Luego, añadir una a una las verduras cortadas en tiras. Por último, agregar el tomate cortado en rodajas finas. Rociar con un poco de orégano y aceite de oliva y llevar al horno por 20 minutos o hasta que la masa comience a dorarse.
- Esperar a que se enfríe para desmoldar fácilmente.