El blog está por cumplir tres años. Ciento cincuenta y seis recetas. Eso es sin contar las decenas de cosas publicadas en Instagram. A veces me siento por horas pensando que no hay nada nuevo por cocinar. Y pasa esto. En casa alguien se despierta con antojo de marineras.
Empecé el blog por ganas de llenar mi tiempo y alma con algo además del trabajo cotidiano. Se convirtió con el tiempo en un trabajo, un diario personal, una enciclopedia de todo lo que me gusta cocinar y un lugar para conectarme con mi pasado y el legado gastronómico que me dieron las personas que me rodean.
Acá están las recetas de mi mamá, de Juanma, de mi abuela, de Maika, de Giselle, de mi Tía Teresa, de Pinterest, de Utilísima, Youtube y mis restaurantes favoritos, todas un mejunje, todas rejuntadas con cariño para quedarse plasmadas en bits y bites de información que viajan por el infinito.
Este encierro me tiene comiendo y cocinando sin parar, así que hoy, este clásico hogaril que no puede faltar en el repertorio: esas marineras crocantes llenas de sabor a casa y a abrazo maternal que necesitabas para mimar a los que te rodean o que necesitás prepararte a vos mismo para recordarte que todo esto va a pasar.
Espero poder abrazar pronto a mi mamá.
Esta receta es de Mariela, miembra honoraria y vitalicia de mi familia, quien llenó mi casa de magia y esperanza con la receta de marineras de su mamá. Gracias por este regalo.
Marineras Imprimir
60 mins
20 mins
Una hora 20 mins
- 500 grs de tilapia (o una pechuga de pollo o 500 grs de carne)
- 3 huevos
- 250 grs de harina común
- 250 ml de leche entera
- Dos dientes de ajo
- Un mazo de perejil
- Una cuchara sopera de sal
- En un bowl mezclar la leche con los huevos hasta que se integren. De a poco agregar la harina para que no se formen grumos.
- Agregar la sal, el ajo y el perejil picado bien fino. Si la mezcla queda muy seca, agregar 50 ml más de leche.
- Sumergir los bifes en la mezcla y dejar reposando por lo menos una hora. Se puede preparar la noche anterior y dejar en un tupper con tapa en la heladera.
- Calentar aceite en una sartén con profundidad. Para saber si el aceite está listo podés meter una hojita de perejil, y si burbujea, está lo suficientemente caliente.
- Freír las marineras y dejar escurrir sobre una rejilla para que queden extra crocantes.