Anoche soñé que me decapitaron. Pero no fue una pesadilla. Recuerdo sentir como la cabeza sin resistencia alguna se desprendió de mi cuerpo y flotando en el aire, iba perdiendo conocimiento y entrando en un estado de fantasía alucinógena, feliz. Una cabeza sin cuerpo volando por el cielo, cada vez menos consciente del mundo terrenal.
Siempre tuve sueños muy vívidos. Más de una vez por semana, despierto a Juanma muy temprano en la mañana contando con lujo de detalles un sueño sin pies ni cabeza. Hace mucho digo que voy a tener una agendita en la mesita de luz para escribir estas locuras, no sé ni para qué, porque de premonitorias no tienen nada, al menos no en esta dimensión.
Desde muy pequeña sueño con el mar, y todos los sueños empiezan más o menos de la misma forma. Yo, en el mar, feliz, de vacaciones pasándola bien, creyendo que estoy de verdad en la playa. Y de pronto, las aguas empiezan a descontrolarse. A veces las olas son más altas que los autos. Otras, el mar me chupa hasta el fondo sin posibilidad de resistirme. Otras, solo veo a la distancia un gran tsunami acercándose y es ahí cuando digo “Ah, claro, estoy soñando”.
En ese momento, a veces despierto y otras aprovecho el saber que sólo estoy soñando para hacer lo que en vida no haría. Ayer, fue entregarme sin miedo a mi decapitación; sin miedo a morir o a sentir dolor.
No estoy loca ni sé por qué estoy escribiendo sobre esto. Sí puedo decir que estos fideos con carbonara de brócoli son más que un sueño, son todo lo que está bien en este mundo terrenal. Hacer pastas caseras es la demostración máxima de amor. Hacer carbonara, aunque rompamos un chiquito las reglas, es justo y necesario.
Linguini casero con carbonara de brócoli Imprimir
50 mins
15 mins
Una hora 5 mins
- 2 tazas y media de harina 000
- 4 huevos
- Una cuchara sopera de aceite de oliva
- Una cucharita de sal
- Un cabeza de brócoli
- Dos cucharas de aceite de oliva
- 2 dientes de ajo
- 50 grs de manteca
- 2 huevos
- Una taza de queso parmesano
- Pimienta negra
- Para hacer la masa, colocar en forma de corona la harina en un bowl. En el medio, romper los huevos y añadir la sal y el aceite de oliva. Mezclar con las manos hasta unir los ingredientes.
- Verter el contenido del bowl en la mesa y amasar por 10 minutos, hasta obtener una masa lisa. Si queda muy seca, agregar una cucharita de agua hasta lograr la textura deseada.
- Dejar reposar media hora en la heladera.
- Estirar la masa con un palo de amasar o en máquina de pasta, hasta que quede una masa fina como de tarta. Cortar los fideos con un cortador y colocar en una asadera enharinada en forma de nido o colgador para evitar que se peguen.
- Poner a hervir una olla bien grande con agua con un puño grande de sal. Cocinar los fideos entre 2 a 3 minutos hasta que queden al dente. Retirar los fideos del agua y reservar un poco del agua de cocción para la salsa.
- Cortar el brócoli en trozos pequeños y cocinar con aceite de oliva y sal en el horno a fuego alto por 10 minutos. Retirar y reservar.
- Batir en un bowl los huevos crudos con el queso rallado. Salpimentar y reservar.
- En un wok grande, colocar la manteca y el ajo y cocinar a fuego bajo hasta que se dore.
- Apagar el fuego. Agregar los fideos al wok, y luego la mezcla de huevo y queso y mezclar vigorosamente añadiendo de a poco media taza de agua de cocción de los fideos para que la salsa quede más cremosa. El huevo se cocina con el calor de los fideos y el resultado es una salsa súper suave y deliciosa.
- Por último, añadir el brócoli ya cocido y volver a mezclar bien. Servir con pimienta recién molida y más queso parmesano.