Papas fritas perfectas

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Awi apenas me dejó sacar fotos hoy. Le entiendo, el aroma electrizante de las papas recién fritas recorrió e inundó cada esquina de mi casa. La tentación es irresistible. ¿Cómo negarle el placer diabólico de unas papitas recién salidas del aceite, crocantes, saladas, simplemente perfectas?

Modo de supervivencia: Voy a escribir sobre papas fritas y no sobre la ansiedad recalcitrante que me revuelve el estómago con tanto contagio y monótono encierro obligatorio.

Amo las papas fritas desde antes de tener memoria. Cuando tenía dos años, viví con mis padres un tiempito en Venezuela, y aunque no tengo más recuerdos que algunas fotos amarillentas de la época, mi mamá siempre se acuerda de que así chiquitita ya enloquecía con las papas fritas con kétchup. Spoiler alert: Ahora no me gusta más el kétchup.

Las papas fritas son infancia despreocupada, fiesta, cumpleaños, aventura, travesura. La sensación de la bolsa de papel caliente reposada en el regazo después de una infinita espera en la fila del AutoMac; y al instante meter las manos y comer papas fritas mientras manejas a destino, cuidando de no comer demasiadas para que queden suficientes para la hamburguesa. Eso es felicidad.

Sí, las papas horneadas pueden ser fantásticas, deliciosas, sanas; pero no son papas fritas. Tampoco las de bolsa. Las papas fritas son bien saladas, se comen tan calientes que queman, tienen que ser doradas por fuera y casi un puré por dentro.

Ahora; ¿Las papas fritas se comen antes, después o durante la hamburguesa? ¿Cuál es mejor, Burger King o Mc Donald’s? ¿Es posible pedir delivery de papas fritas sin que lleguen blandengues? ¿Por qué la gente ama las papas aguachentas mojadas en salsa cheddar? ¿Sale alguna vez el olor a fritura del pelo después de freír papas?

Dejo estas interrogantes como final de este post express y procedo a abrir una cerveza para calmar mis monstruos pandémicos interiores. ¡Feliz día de la papa frita!

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Tiempo de preparación
15 mins
Tiempo de cocción
45 mins
Tiempo total
Una hora
Precio: $
Dificultad: Medio
Porciones: Papas para dos
Ingredientes:
  • 5 papas medianas
  • 2 litros de aceite
  • Sal
¿Qué hago?
  1. Lavar y cortar las papas en bastones del mismo tamaño. Pelar es opcional; a mí me gustan con cáscara. Es mejor usar papas medianas; las más grandes tienen más agua.
  2. Colocar los bastones de papa en un bowl con agua durante al menos media hora para que suelten almidón. Pueden cortarse y dejarse en agua la noche anterior sin problema.
  3. Retirar las papas del agua y secar completamente con un trapo de cocina. No debe quedar nada de agua para evitar que el aceite salte al cocinar.
  4. Calentar una olla a fuego medio con aceite. El aceite no debe pasar la mitad de la olla porque al poner las papas, puede rebalsar. El aceite está caliente cuando introducimos una hoja de perejil (por ejemplo) y apenas burbujea. También puede testearse con un escarbadiente o palito de brochette.
  5. Meter las papas en tandas pequeñas en el aceite y cocinar durante unos 4 a 5 minutos sólo hasta que se ablanden un poco sin dejar que tomen color.
  6. Colocar las papas cocinadas sobre una rejilla de cocina y repetir el proceso hasta cocinar todas las papas.
  7. Subir el fuego a temperatura máxima y dejar que el aceite esté bien caliente. Volver a freír las papas, ahora sí hasta que se doren del todo. Nunca introducir las papas en grandes cantidades porque eso puede enfríar el aceite y no quedarían crocantes.
  8. Volver a retirar del aceite y dejar secar sobre una rejilla. La rejilla permite escurrir el aceite mejor que el papel absorbente; quedan mucho más crocantes.
  9. Salar las papas cuando aún están calientes. Disfrutar pronto.

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