Por definición, el budín inglés es un postre de señora. Poco dulce, medio seco, sin chocolate ni arcoíris de colores, con nueces, frutas y todas las cosas que los niños odian. Una verdadera delicia. Encima con sabor a Navidad.
Tengo 33 años. Me gusta cocinar, comprar tuppers, que sobrevivan mis plantas y juntarme en casa con mis amigas. ¿Ya soy una señora? ¿Soy vieja? Soy mamá, estoy casada y cuido mi casa. ¿Eso ya garantiza mi irrefutable carnet oficial de señoría?
No me considero la típica señora paraguaya: aburrida, cuadrada, conservadora, tradicional. Y aunque el pelo de colores me compra unos años de señorita en Biggie (especialmente con tapabocas), ya no me enoja como antes que me digan señora.
¿Por qué la edad determina nuestro valor? ¿Por qué a diferencia de los hombres y el vino, las mujeres no nos ponemos mejores con la edad? De jóvenes que cotizamos sólo para consumo sexual masculino, a madres que servimos para criar, a viejas, pesadas, descartables. Señoras. Viejas y olvidadas. Puro y oloroso machismo.
Le tengo terror a crecer. Soy narcisista, egocéntrica, vanidosa. Pensé mil veces en inflarme las arrugas con veinte litros de bótox y borrar mis patas de gallo consecuencia de mucho sol, mucho pucho y mucha risa.
¿Pero qué tienen de malo las líneas de expresión? ¿Qué tiene de malo tener una piel de 30 y no una de 20? Nada, pero igual quiero. No voy a mentir. Quiero. Con ansias.
El consumismo nos hace pelear una guerra que no tenemos forma de ganar. La edad llega, el tiempo no para. Todos vamos a ser viejos y morirnos. Pero estoy tan malacostumbrada a los filtros de Instagram con labios inflados, piel de seda y ojos de animé que la barrera de la realidad empieza a fundirse. Ya no sé qué esperar al mirarme al espejo.
Siempre pensé que con la madurez las inseguridades se irían borrando. Y hoy me siento igual de perdida que a los 21, pero arrugada y con más flacidez. A veces me siento de 70 años. Cansada. Una vieja, vieja, señora.
No quiero ser vieja. Quiero tomar cerveza, salir a bailar, cometer locuras. Pero también quiero quedarme a mirar recetas en Youtube o salir a cenar y estar en mi cama a la medianoche.
Madurar también es soltar. Sé que no tengo 20. Estoy segura de que no quiero volver a tener 20. Pero a veces extraño ser inocente e inconsciente. Y no preocuparme tanto. Y no tener tanto sueño ni resacas tan poderosas.
En diez años voy a mirar y pensar pero qué boluda que era, si era re joven y espléndida. Así que dejo de perder tiempo. Soy una hermosa señora de 33. Sí, señora. Con todas las letras. Y no tiene nada de malo. Y me la banco. Carajo.
P.D. Hasta el lunes estoy jeyma aislada preventivamente entonces ojalá aproveche este tiempo para hacer cosas productivas y no ahogarme en un vaso de agua con sabor a sidra. Eso sí, prometo cocinar cosas ricas.
Budín inglés fit Imprimir
10 mins
15 mins
25 mins
- Dos tazas de harina de almendras
- Tres huevos
- Tres cucharas soperas de stevia
- Una pizca de sal
- Dos cucharas de mantequilla de almendras
- Una cuchara de polvo de hornear
- Tres cucharas soperas de psyllium
- Cuatro cucharas soperas de aceite de coco
- ¼ de taza de cointreau u otro licor
- Ralladura de una naranja
- 1/3 taza de uvas pasas
- ¼ taza de nueces
- ¼ taza de almendras
Para la cobertura
- Jugo de media naranja
- 6 cucharas soperas de queso crema
- Una cuchara sopera de stevia
- Nueces y uvas pasas
- Mezclar la stevia, aceite de coco y licor en un bol. Agregar los huevos, mantequilla de almendras, ralladura de naranja y licor y batir hasta que se integren.
- Añadir la harina de almendras, sal, polvo de hornear y psyllium y mezclar bien hasta obtener una masa húmeda.
- Por último, añadir los frutos secos y uvas pasas. Dejar descansar la masa por 20 minutos en la heladera.
- Colocar la masa en un molde aceitado y precalentar el horno a 180 grados.
- SI cocinas en moldes pequeños, hornear entre 12 y 15 minutos; y aproximadamente 25 minutos en un molde grande para budín. Está listo cuando al introducir un escarbadientes al medio, sale limpio.
- Dejar enfriar completamente antes de glasear.
- Para hacer la cobertura, mezclar el queso crema con el jugo de naranja y stevia. Cubrir los budines y decorar con nueces y uvas pasas.