Comer ensalada puede ser sinónimo de quedarse con hambre, de dieta de revista noventosa que se sigue reinventando y cambiando de nombre. La ensalada verde aderezada solo con jugo de limón todavía me persigue en pesadillas; la mixta ni me viene ni me va.
Pero la peor, la ensalada de repollo.
De esas que llegan a la mesa sin condimentar, con el repollo en amargas tiras gruesas, servida con un tomate arenoso partido en cuatro.
Hay ensaladas que te recuerdan a obligación, a rutina, a monotonía, al malhumor que se apodera de tu ser cuando tenés hambre, aque solamente podés ser saludable comiendo cosas que no te gustan.
Esta ensalada viene a cambiar lo que pensabas sobre ensaladas, porque comer ensalada puede hacerte feliz. No sé si tan feliz como una milanesa con puré, pero con tanto color, tantas capas de sabor, tanto crocante y tanta belleza, le agregas una capita de arroz abajo, tu proteína favorita en el medio, y está. Almuerzo listo.
Al menos a mí hoy me puso de buen humor.
Ensalada de repollo thai Imprimir
15 min
15 min
- 1/4 de repollo blanco
- 1/4 de repollo morado
- Una zanahoria rallada
- Medio locote rojo
- Un rabanito
- Un mazo de cebollita de hoja
- Jugo de media naranja
- Tres cucharas de aceite de oliva
- Dos cucharas de salsa de soja
- Cuatro cucharas de mantequilla de maní
- Una cucharita de sriracha o picante
- Un diente de ajo picado
- Una cucharita de sal
- Una cuchara de mostaza
- Un puñado de maní
- Un mazo de cilantro
- Cortar todas las verduras en tiras finas y colocar en un bol.
- Combinar el jugo de naranja, aceite, salsa de soja, mantequilla de maní, sriracha, ajo, sal y mostaza en un frasco. Agitar hasta obtener una salsa cremosa.
- Mezclar el aderezo con los vegetales. Guardar en la heladera hasta el momento de servir. Mi sugerencia es colocar un colchón de arroz en el plato, servir la ensalada por encima y agregar la proteína que más te guste.
