Cosas que tengo a los 33 que no tenía a los 23
Celulitis en la parte trasera de las piernas, y la confianza en mí misma para que esos hoyitos insignificantes no me definan ni me saquen el sueño.
Millones de amigos. Ni la necesidad de cumplir con nadie ni rodearme de gente que no suma. Los de siempre, los de verdad, siguen. Los que se fueron cumplieron su ciclo, se fueron para mejor.
Ser llamada señora por extraños, y que finalmente no me importe. Amo comprar tuppers, encontrar verduras en oferta en el súper y ver una nueva hojita florecer en el jardín. Si eso me hace señora, pues señora seré. Igual, el miedo a la dependencia y soledad de la vejez sigue intacto.
Una resaca que dura tres días. Pero también puedo trotar sin parar mucho más tiempo y levantar cosas más pesadas. Y yo solita parí una hija. Me veo diferente, pero pasaron diez años. Hasta mi alma cambió en una década.
Patas de gallo, ojeras y marcas en la frente. Y la lección aprendida (demasiado tarde) de usar protector solar, no tomar sol al mediodía como una demente y sacarme el maquillaje antes de dormir sin importar el nivel de borrachera. También la lección aún no aprendida de que fumar te hace bolsa el cutis.
Insomnio y un latente dolor de espalda, auspiciados por una niña torbellino de tres años que se acurruca bajo mis brazos todas las noches.
Miedo constante de morir. Hoy, y más que nunca hoy, me doy cuenta de que me queda mucho por hacer, y de la gente que no quiero dejar atrás.
Un rumbo. Desconocido, cambiante, pero ya no me cuestiono quién soy o si sirvo para algo. Para algo sirvo, y ese algo puede cambiar, evolucionar, ser lo menos imaginado, y esa es la mejor parte. A los 23 solo sabía cocinar arroz kesu y pizza de súper.
Hoy soy esto. A los 43, quién sabe.
Tortilla española Imprimir
20 mins
60 mins
Una hora 20 min
- 750 gr de papa (más o menos 4 papas medianas)
- 6 huevos
- 500 ml de aceite de oliva (o de girasol)
- Sal
- Opcional: Una cebolla
- Pelar las papas y cortar en rodajas del mismo grosor; ni tan finas ni demasiado gruesas. Colocar las rodajas en un bol con agua fría y dejar reposar unos minutos.
- Secar las papas con un trapo. Mientras tanto, cortar la cebolla en juliana o en tiras finas.
- Colocar el aceite en una sartén con un poco de profundidad. Cuando está apenas caliente, colocar las cebollas. Cocinar a fuego medio durante unos cinco minutos, y luego agregar todas las papas al mismo tiempo. Revolver con cuidado.
- Cocinar durante más o menos 15 minutos o hasta que las papas se hayan ablandado. Se puede tapar la sartén con una asadera para acelerar el proceso.
- Cuando las papas están listas, subir el fuego al máximo para que se doren solo un poco.
- Retirar de la sartén con una espumadera tratando de eliminar la mayor cantidad de aceite posible.
- En un bol, batir los huevos hasta integrar. Agregar las papas y mezclar bien. Dejar reposar 15 minutos para que tome un poco de consistencia.
- Calentar una sartén con aceite (puede ser la misma donde cocinaste las papas) y agregar la mezcla de tortilla. Cocinar a fuego medio e ir despegando los bordes con una espátula. Cuando está cocinada (aproximadamente 10 minutos) dar la vuelta con la ayuda de un plato.
- Cocinar del otro lado hasta que quede dorado. Si no sale perfecta, volver a cocinar del otro lado de nuevo hasta que quede parejo y dorado.
- Esperar unos 15 minutos antes de cortar para que termine de cocinarse por dentro. Servir con un rico pan y una cerveza fría.