El más purete puré de papas

Entrecasa Más populares Recetas

¿Qué es comer bien? Si la comida es alimento para el alma, y ahora mismo un puré de papas cremoso y decadente es lo que me hace feliz, ¿qué importa si me aprieta un poquito el pantalón?

Abundan los memes sobre engordar en cuarentena, como si fuese lo peor que puede pasar en estos tiempos inciertos. Pequé de gordofóbica un millón de veces, por falta de aprendizaje, por ignorante, por prejuiciosa y también por tener una relación complicada con mi cuerpo y con la comida.

Mis jeans me aprietan un poco y tomé la tóxica decisión de subirme a una balanza, buscando solo auto-flagelarme. Por momentos soy una persona peligrosamente obsesiva, y ayer en un acto de puro desprecio a mí misma, me saqué una foto en el baño solamente para compararla con otra foto de hace unos meses. Sólo para validar ese sentimiento destructivo.

Intento hacer ejercicio, a veces me sale, a veces no. Intento comer bien, a veces desayuno yogur con semillas y otras ceno pan con manteca. Veo gente ejercitándose en Instagram y a veces me motiva, otras veces pienso que es un despliegue ególatra y una exhibición de cuerpos hegemónicos buscando validación constante.

Me siento sumamente hipócrita predicando alimentación saludable cuando batallo demasiados días una voz interior que nunca está satisfecha con lo que ve frente al espejo. Ni en mi “mejor” momento estoy conforme, ahí es cuando más me torturo. Porque la foto con mil likes en Instagram no llena el vacío de la búsqueda de lo inalcanzable.

Tengo que empezar a cuidarme.

Pero cuidarse no es comer bien y hacer ejercicio. Cuidarse es cerrar las redes sociales y librarse de los estereotipos que nos dicen que sólo un tipo de cuerpo es el que vale. Cuidarse es decirse a uno mismo que es perfecto como es en ese momento, que 10 kilos más o 10 kilos menos no equivalen a auto-aceptación ni amor propio.

Lo de afuera es solo una carcasa, la belleza se despliega en un millón de colores, formas y facetas. Subir o no de peso es irrelevante. No nos define como personas, cuán saludables somos ni mucho menos nuestro nivel de felicidad. Nuestros cuerpos hoy son vehículos de supervivencia, perfectos en la medida en que continúen funcionando.

Es un privilegio tener un plato de comida caliente asegurado cuando la realidad al cruzar el portón de la casa es otra, donde la necesidad es real y el reflejo del espejo es un absurdo. La gente no tiene qué comer. Eso es lo que importa ahora mismo. No el talle del jean ni tener 5 centímetros más de cintura.

Si engordo, adelgazo, hago ejercicio o me quedo acostada en el sillón todo el día, mi meta es empezar a cambiar desde adentro; contener estos sentimientos de desesperación e impotencia llenando los vacíos con comida casera deliciosa, media hora de aeróbica cuando tenga ganas, un pack de cerveza helada, una hora de abrazos o lo que haga falta para sobrevivir emocionalmente una pandemia que parece nunca tendrá fin.

El más párete puré de papas Imprimir

Tiempo de preparación
10 mins
Tiempo de cocción
30 mins
Tiempo total
40 mins
Precio: $
Dificultad: Facilísimo
Porciones: Cuatro porciones generosas
Ingredientes:
  • 6 papas medianas
  • ¾ taza de leche entera
  • ½ taza de crema de leche
  • 6 cucharas de manteca con sal
  • 4 cucharas soperas de queso rallado
  • Una pizca de nuez moscada
  • Una pizca de pimienta negra
  • Cebollita de hoja para decorar
  • Un chorrito de aceite de oliva extra virgen
¿Qué hago?
  1. Colocar las papas enteras sin pelar en agua con sal. Poner a hervir hasta que las papas se ablanden del todo.
Tip: Las papas absorben menos líquido y quedan más cremosas cocinando con cáscara. También se cocinan de manera más uniforme si se cocinan en agua fría, no en agua hirviendo desde un principio.
  1. Mientras tanto, mezclar la leche, manteca derretida, queso rallado y crema.
  2. Pelar y pisar las papas cuando todavía están un poco calientes.
Tip: Si no hay pisapapas, podés usar un tenedor o rallar usando un rallador de queso. Evitar licuar o usar un mixer para que no quede pegajoso.
  1. Calentar la mezcla de leche y mezclarlo con la papa hasta que se integren. Si queda un poco seco, agregar más leche tibia. Salpimentar a gusto.
  2. Por último, agregar un poco de nuez moscada, cebollita para un toque de frescura y un chorrito de aceite de oliva. Servir inmediatamente.

Posts relacionados