Galette de higos, remolachas asadas y camembert

Fiestita Recetas

Galette es de aquellos vocablos que te hacen sentir elegante con solo pronunciarlos: Ga-lette. Instantáneamente nos apareció un bigotito encerado y nos pusimos aristocráticos.  En realidad, galette no es más que un nombre fancy francés para una tarta armada sin molde, descontracturada y aunque su nombre indique lo contrario, sin pretensiones. Tan pero tan sin pretensiones que sólo por hoy, ni siquiera la masa es casera.

galette

Demasiadas veces la cocina puede hacerme sentir una outsider con tanta jerga, técnica y estructura verticalista. Que los huevos se baten así no asá, que cómo vas a mezclar crema con pescado, que la receta original lleva sólo este queso de doscientos mil dólares, o si no está mal.

Y así es que uno va por la vida con miedo a probar cosas nuevas, porque hay demasiadas reglas que acatar, y equivocarse es pecado capital. Y vos no sabés luego cocinar, es dificilísimo cocinar de verdad, te falta demasiado por aprender, mejor pedí nomás delivery porque podés hacer todo mal y ser una decepción para tu familia y tu descendencia.

No sé si soy solo yo la que tiene una voz tan hijademilputa exigente en mi interior, capaz estoy perdiendo un chiqui la cordura.

Lo que sí que ayer vi Julie y Julia, y es tan reconfortante ver películas (más aún cuando tienen algo que ver con gastronomía) inspiradoras sobre gente que hizo nomás lo que tenía que hacer en el momento que tenía que hacer, sin importar que prácticamente el mundo se les venía en contra. Quizás llegué unos 15 años tarde al mundo del blog, pero por momentos me decía a mí misma, “Ok, no está taaan mal lo que estas haciendo”.

No me considero la gran cocinera del mundo (ni muchísimo menos alguien que le llegue ni a los talones a Julia Child) pero si tengo que mirar atrás y ver el lado bueno de las cosas (es un ejercicio que no hacemos demasiado) por suerte perdí un poquito el miedo a que las cosas no salgan bien.

Y preparé ñoquis duros como engrudo, casi quemé la casa una vez dejando pollo en una hornalla durante 3 horas y aún hoy tengo cosas en mi cabeza que bajo a la realidad y pienso “¿En qué momento se me pudo haber ocurrido que esto era una buena idea?”. Y sobreviví. Y lloré y zapateé porque las cosas no salieron como yo quería. Pero sobreviví.

Entonces, la próxima vez que alguien se burle de vos porque no sabés ni hervir agua, tirales esta galette por la cara y deciles Va te faire enculer con una patada de alucinante sabor franchute.

galetteReleo lo que escribí y estuve re Paulo Coelho con síndrome de abstinencia y hambre en este post. Perdón desde ya.

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Tiempo de preparación
15 mins
Tiempo de cocción
1 hr 10 mins
Tiempo total
1 hr 25 mins
Precio: $$$
Dificultad: Fácil
Porciones: Una tarta pequeña
Ingredientes:
  • 3 remolachas medianas
  • 5 higos frescos (o 150 gramos de higos deshidratados en su defecto)
  • Dos cucharadas de aceite de oliva
  • Una masa de tarta grande
  • Un atado de rúcula
  • 200 gramos de queso camembert
  • 1 huevo
  • ⅓ de taza de aceto balsámico
  • 1 cucharita de azúcar
¿Qué hago?
  1. Precalentar el horno a 180 grados. Colocar las remolachas peladas y cortadas en rodajas de 2 cm de grosor en una placa para horno. Condimentar con aceite de oliva, sal y pimienta.
  2. Si los higos son frescos, repetir la misma acción que con las remolachas. Si los higos son secos, es mejor hidratarlos desde la noche anterior en un recipiente con agua tibia y agregarlos posteriormente a la galette.
  3. Cocinar en el horno durante 45 minutos o hasta que las remolachas se hayan ablandado. Retirar y dejar enfríar.
  4. Colocar la masa de tarta en una superficie plana. En el centro, agregar el queso camembert cortado en rodajas, los higos, y las remolachas. Repetir hasta utilizar todos los ingredientes.
  5. Cerrar la masa con las manos empujando los bordes hacia el centro. Batir un huevo y pintar los bordes de la masa con la mezcla para darle un brillo espectacular. Cocinar a horno medio durante 25 minutos.
  6. En una sartén pequeña, calentar el aceto balsámico con el azúcar revolviendo constantemente hasta que haya reducido a la mitad y la textura se asemeje a un jarabe. Dejar enfriar.
  7. Retirar la galette del horno. Decorar con hojas de rúcula fresca y la reducción de aceto. Disfrutar tibia.

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