Hola primavera paraguaya, con tus 40 grados de temperatura a la sombra un minuto y frío polar que te hiela los dientes al siguiente. Bienvenida sea la temporada de inesperadas lluvias intermitentes, árboles floridos en cada esquina y recetas coloridas, livianas y llenas de sabores frescos y naturales.
Estas tartitas de zanahoria y zapallo son tan versátiles y cambiantes como nuestro clima primaveral. Si el calor es aplastante, se disfrutan a temperatura ambiente con una ensalada verde fresca. Si decidió pintar el fresquito (como hoy) como acompañamiento de una sopa crema calentita son una bomba de mimos.
¿Soy yo la única fenómeno de la naturaleza que no puede comer pesado con el calor infernal? Con el embarazo mi tolerancia a las temperaturas extremas y las comidas ultracalóricas quedaron temporalmente atrás con los jeans ajustados de cintura y mis viernes de Pilsen´i ilimitadas.
No digo que prefiera comer un bastón de zanahoria a una pizza o un plato de guisito (si es de arroz, mejor) pero sorpresivamente, este cambio me pegó bastante saludable, buscando sin darme cuenta opciones cada vez más nutritivas, excepto pequeños momentos de locura temporal de vez en cuando.
La zanahoria es quizás tan enemiga de los niños como la espinaca. No sé si será el color fosforescente, la asociación con los conejos o el trauma infantil de querer vivir en lo posible a base de comida beige; léase: fideo a la manteca, arroz blanco, nuggets y demás clásicos infalibles de los menúes para niños.
Aunque personalmente siempre fui amiga de la zanahoria, creo que nunca antes comí tanta como en estos últimos meses. Su precio, sabor e interminables propiedades la hacen un ingrediente infaltable en casi todo lo que cocino día a día. Con semejante cantidad de fibra, ácido fólico, vitamina C, betacaroteno y antioxidantes, ¿cómo no bajarle por lo menos una al día?
Ahora, si Aurora (sí, ya tiene nombre) sale pelirroja, ya saben por qué es.
Tartitas de zanahoria y zapallo Imprimir
15 mins
30 mins
45 mins
- 3 zanahorias medianas
- ¼ de zapallo
- 2 cebollas moradas chicas
- Una cucharada sopera de miel
- 2 huevos
- 1 cucharada sopera de queso crema descremado
- 30 ml de leche
- 6 tapas de empanada
- 50 grs. de queso descremado
- Sal y pimienta
- Rallar la zanahoria y zapallo; agregar miel, sal y pimienta y cocinar en una olla pequeña a fuego bajo por 10 minutos o hasta que la zanahoria esté tierna.
- En otra sartén, dorar la cebolla picada finamente sin sal hasta que quede casi caramelizada. Una vez apagado el fuego, agregar sal.
- En un bowl, batir a mano los huevos, el queso crema y la leche por 1 minuto y agregar la mezcla de zanahorias y zapallo.
- Colocar las tapas de empanada en moldes. Si quedan muy pequeños, estirar con un palo de amasar para agrandar la masa.
- Rellenar cada tarta con la mezcla de zanahorias y coronar con la cebolla y un poco de queso descremado.
- Llevar al horno a 180 grados por 20 minutos o hasta que la masa se dore.
- Dejar reposar 5 minutos y servir. Puede congelarse y calentarse en el horno al momento de consumir.
