Mi mamá es de esas mamás que te invitan a su casa a merendar y te preguntan como si nada un martes, ¨¿no tenés ganas de comer pastafrola?¨ Esta receta celebra el día de las mejores mamás, las que con cada comida te demuestran su amor infinito.
Si voy a ser honesta, el postre estrella solicitado a priori cada cumpleaños es la torta especial de mi mamá, una bomba chocolatosa que cuando comparta, tendrá que ser cocinada por ella porque tiene un ingrediente secreto maternal que sólo ella sabe ponerle.
Cuando todavía vivía en lo de mi mamá, hubo meses donde todos los días de siesta nos bajábamos un paquete de galletitas. Y épocas donde juntas sufríamos el calvario de tomar todos los días esas sopitas Quick con sabor a tristeza. Hasta hoy, cada sábado de mañana me despierto con un Whatsapp, ¨¿qué tienen ganas de almorzar hoy?¨.
Por los cientos de tuppers nunca devueltos con su ensalada de papas, el malcriado almuerzo calentito que me llevaba al colegio, y recuerdos imborrables desde mi primer arroz kesu hasta incontables lunes de empezar dietas seguidos de martes de ¨un pedacito de torta no te va a hacer nada¨, hoy se celebra y de verdad.
La que le pone palitos al borde de la lasagna especial para mí, la que me despierta todos los días etiquetándome en videos de perritos y mi indiscutible fan número uno que celebra todos mis logros por más mínimos que puedan ser. Esta pastafrola (aunque admito modifique un chiqui su receta original) es para ella.
Feliz día mami, te quiero más que el sol, las estrellas y el mundo de Paraguay.
P.D. De paso, le mando un beso a mi abuela, la reina madre de los dulces caseros de guayaba y mamón, que llega cada tanto con su arsenal de delicias en frascos reciclados.
Pastafrola con dulce de guayaba casero Imprimir
30 mins
80 mins
1 hr 50 mins
- 1 kilo de guayaba
- 1 kilo de azúcar
- Jugo de medio limón
- 2 tazas de agua
- 1 ramita de canela
- 100 cc de Campari o Cointreau
- 400 gramos de harina 0000
- Una cucharita de polvo de hornear
- 200 gramos de azúcar
- 2 huevos
- 200 gramos de manteca derretida
- ½ cucharita de sal
- Ralladura de medio limón
- Una cucharita de esencia de vainilla
- Lavar y cortar las guayabas en rodajas. Colocar en una olla con el azúcar, limón, canela, Campari y agua. Dejar hervir por lo menos una hora a fuego bajo hasta que se deshagan las guayabas y empiece a espesarse.
- Una vez disueltas las guayabas, retirar del fuego y colar el dulce. Luego, agregar de nuevo a la olla y calentar a fuego bajo hasta que adquiera consistencia de dulce. Una vez frío, se puede guardar en frascos esterilizados.
- Para la masa de pastafrola, batir con batidora eléctrica la manteca y el azúcar durante 3 minutos. Agregar la esencia de vainiliia y ralladura de limón.
- De a uno, ir añadiendo los huevos y continuar batiendo.
- En otro bowl, tamizar la harina, la sal y el polvo de hornear. Hacer un agujero en el medio de la mezcla y agregar la mezcla de huevos sin amasar, apenas formando una bola de masa con las manos.
- Guardar en la heladera durante una hora.
- Luego, con un palo de amasar estirar bien la masa y colocar en un recipiente enharinado y enmantecado con cuidado. Agregar el dulce de guayaba frío y si se quiere, colocar los famosos rollitos rectangulares de masa por encima.
- Cocinar en un horno a 180 grados durante 20 minutos o hasta que la masa comience a dorarse. ¡Cuidado de no quemarse con el dulce caliente al probar el primer bocado!
