Existe comida absolutamente deliciosa que no se ve bien ni aunque esté bañada en purpurina de unicornio y así mismo, platos que se ven de portada de revista gastronómica, probás, y meh. Este dip mexicano de piña, versión ultra tuneada del pico de gallo apodado amorosamente Pico de Piña, tiene lo mejor de ambos mundos, es altamente instagrameable y por su frescura agridulce es un paraíso tropical en el paladar.
Me declaro culpable de ser una spammer compulsiva de fotos de comida rica y colorinchi, y aunque no soy más que una aficionada de la fotografía, siempre le busco el mejor lado a mi desayuno o almuerzo, aunque sea un simple soufflé de restos del fin de semana.
Y existen esos días mágicos donde la luz hace lo suyo y sin muchas vueltas cualquier mixto común y corriente se ve de confitería neoyorquina.
Pero más de una vez me pasó cocinar algo increíble y no lograr de ninguna manera que luzca decente para una foto. O peor, se veía bien hasta las 5 de la tarde, pero como a veces Maria José deja todo para última hora, de pronto empieza a oscurecer y mi obra maestra parece sacada con un Nokia de época.
También me pasa salir a comer, querer compartir con el mundo el delicioso plato que pedí y que gracias a la romántica luz de las velas termine con una foto de un plato que apenas se distingue en las penumbras. E ilusamente prender el flash y bañar de un azul inapetecible cualquier vestigio de cena chuchi digna de siquiera guardar en la galería del celular.
Más allá de la falsa modestia, soy una alumna en plena formación en temas de iluminación y fotografía, por eso este post tiene mucho valor sentimental. Esta salsa mexicana de piña es una de las primeras recetas que cociné y fotografié para el blog, cuando todavía era un proyecto lejano, sin nombre, sin futuro y probablemente inalcanzable.
Hoy con unos cuantos meses de experiencia encima, todavía estaré (muy) lejos de convertirme una fotógrafa real pero este #tbt, además de ser una receta que me encanta, es un recordatorio que haciendo y haciendo las cosas, sólo podemos ir para adelante.
Re Paulo Coelho me pegó el jueves. Disfruten de este dip y sigan sus sueños. El único mío ahora es que termine esta jornada de rodaje y dormir hasta pasado mañana.
Pico de piña Imprimir
15 mins
15 mins
- Una piña mediana
- Dos tomates medianos
- ½ cebolla morada
- Un mazo de cilantro
- Jugo de un limón
- Un chorro de aceite de oliva
- Sal y pimienta
- Utilizando un cuchillo filoso, partir la piña en dos sin pelar ni sacar las hojas. Tallar la pulpa por los bordes y cortar en cuadrados pequeños sin llegar hasta la cáscara. Con ayuda de una cuchara, sacar los pedazos de piña hasta que ésta quede vacía y lista para rellenar con la salsa.
- Partir el tomate en cuatro y sacar las semillas y la pulpa. Luego, cortar en cubos pequeños.
- Cortar cebolla en cubos pequeños y dejar por 5 minutos en agua con sal para ablandarla y sacar el sabor fuerte. Colar.
- En un bowl mezclar la piña, tomate y cebolla con el jugo de limón, aceite, sal y pimienta.
- Picar el cilantro y agregar a la mezcla.
- Si no se va a servir en el momento, guardar la salsa en un tupper en la heladera y la piña envuelta en papel film. Al momento de servir, rellenar la piña con la salsa y acompañar de nachos o panes tostados.