No te olvides de cuando querías todo lo que tenés ahora. No me olvido. Pero, no sé si es lo que quería. No sé si es suficiente. No sé si yo soy suficiente.
Mi pierna se sacude frenéticamente de arriba a abajo. Estoy escribiendo esto para no pensar, como un ejercicio de terapia/procrastinación, a ver si vomitando todo lo de adentro se vacía mi estómago del sentimiento que me revuelve los jugos gástricos.
Odio compararme con los demás. Trato de hacer lo mío sin mirar a mi alrededor, convenciéndome que siendo fiel a quien soy, las cosas van a estar bien. Pero en días como hoy, todo me tira para abajo.
Casi no sigo influencers, y los que sigo están en su mayoría silenciados. Tampoco sigo gente que no conozco demasiado. Trato de mantener mi Instagram un pequeño santuario donde la ansiedad no tiña todo de negro. El mundo real ya es más que suficiente.
Igual, cuando más ansiosa estoy, como en un momento de premeditado autoboicot, entro masoquistamente a las cuentas que sé que me hacen mal. La que es más flaca, la que cocina mejor, la que tiene un millón de seguidores más, la que demasiado real ya es, una a una, solo para compararme y sentirme una mierda. No sé por qué me hago esto.
El día esta gris y frio. Quiero estar en mi cama y no cocinando.
Nunca voy a subir un reel diciendo estas cosas, porque yo solo sé escribir. Y aunque nadie más me lea nunca, no me importa. Capaz lenta pero seguramente me estoy volviendo una vieja amargada, reticente al cambio, pegada a sus viejas costumbres.
O capaz todo esto sea solo hambre. Capaz.
Fusilli con hongos y rúcula Imprimir
10 min
15 mins
15 mins
- Medio paquete de fideos
- 100 grs de hongos shitake frescos
- Dos mazos de rúcula
- Un diente de ajo
- Tres cucharas de aceite de oliva
- Jugo de un limón
- Tres cucharas de queso rallado
- Cocinar los fideos según las indicaciones del paquete.
- Cortar los hongos en tiras finas y picar el ajo. Calentar el aceite en una sartén y cuando esté bien bien caliente, tirar los hongos a la sartén. No revolver. También es importante que los hongos no estén encimados, para que todos puedan dorarse bien.
- Dejar que se cocinen un rato, y recién después de unos minutos, dar vuelta y agregar el ajo, el jugo de limón y la sal. Apagar el fuego enseguida.
- Agregar los fideos listos, la rúcula y el queso y mezclar bien.
- Servir tibio con más queso rallado por encima y un poco de aceite de oliva. Unos tomates cherry frescos también le quedan rico.