Cuando era niña soñaba con ser adolescente. Cumplí 13 y no era suficiente, quería tener 17 para ser grande de verdad. Hasta que tuve 17 y no, lo que quería ir era terminar el colegio para poder estudiar lo que realmente me gustaba. Gran sorpresa me lleve a los 21 cuando la facultad era cualquier cosa menos lo que imaginaba. Más o menos a los 24 ya quise dejar de crecer.
Pero el tiempo siguió pasando. Ni por nada volvería a los 20, pero en días como ayer quiero tener 10 años. Ni 13, ni 17, ni 21. Diez.
El almuerzo está puesto en la mesa; mi mamá, mi tía, mi hermano y alguna tarta deliciosa como esta esperaba humeante que nos sentemos, una jarra de limonada recién exprimida al costado; seguramente tenía preocupaciones de amigas, de gustar de alguien y que no me haga caso, algún examen de sociales con los ríos de paraguay y sus afluentes; pero no mucho más que eso.
Lo peor de ser adulto es que aunque tengas un mal día igual tenés que ir a trabajar, cocinar, cuidar a los niños y hacer todas las adulteces que implican adultear. Pero bueno, hoy no es ayer. Hoy me siento a comer rico. Hoy ya pasó un poquitito.
Tarta de pollo al curry Imprimir
10 min
40 min
60 min
- Dos cucharas de aceite
- Una pechuga de pollo, en trozos pequeños
- Una cuchara de sal
- Tres cucharas de curry en polvo
- Una cucharita de pimienta
- Una cebolla
- Dos dientes de ajo picados
- Dos locotes verdes
- Una batata
- 1/4 de calabaza
- 200 ml de salsa o puré de tomate
- Dos cucharas de mostaza
- Dos cucharas de queso crema
- Dos tapas de masa de tarta
- Un huevo, para pintar
- Retirar la masa de la heladera. Mientras, calentar aceite en un wok o olla grande.
- Sofreír el pollo cortado en cubitos. Condimentar con sal, pimienta y curry. No revolver hasta que se dore un poco.
- Agregar cebolla y ajo picado. Mezclar y cocinar unos minutos hasta que empiece a tomar color.
- Incorporar los locotes, batata y calabaza en trozos pequeños. Revolver y dejar que se doren unos 5 minutos.
- Añadir la salsa de tomate y mezclar bien. Dejar que hierva unos 20 minutos, revolviendo cada tanto para evitar que el fondo se pegue. Si fuese necesario, agregar un poquito de agua o caldo.
- Cuando la batata esté blandita, apagar el fuego y agregar mostaza, queso crema, perejil y orégano fresco. Mezclar y dejar enfríar.
- Rellenar la tarta. Pintar con huevo y llevar a horno a 180 grados por 20 minutos o hasta que quede bien dorada.