Tagliatelle al funghi

Fiestita Recetas

Las redes sociales nos obligan a mirar hacia afuera y hacer una instantánea introspección superficial de nuestras vidas. Con el swipe de un dedo vemos todo lo que no tenemos ni somos y la ansiedad se apodera de nuestros cuerpos como un virus radioactivo. Estos suaves tagliatelle bañados en una salsa cremosa de hongos son un pequeño remedio para nuestras almas consumidas por una pantalla de 12 centímetros.

Instagram no es la vida real. Nadie es tan flaca, feliz, buena madre, bien vestida, emocionalmente estable y amada como se muestra. La única forma de escapar de la ansiedad imperante es repetirse esto como un mantra hipnótico.

Hace unos meses silencié a un montón de personas que me generaban ansiedad por distintas razones. Desde gente que destila mala energía, otras con vidas inalcanzables e hipócritamente editadas, a la vez pasando por un puñado de influencers que me hacían sentir en un loop eterno de tanda comercial donde nunca empieza de vuelta el programa.

Nos convertimos en medios, igual que la tele, con cortes publicitarios y canales donde tenés cinco minutos de programación y contenido y horas infinitas de comercial tras comercial. Nunca quiero ser eso. Convertirme en eso también me carcome de ansiedad.

tagliatelleComo no tengo una cuenta personal, la línea entre lo que publico sobre el blog y mi vida privada es sumamente fina y nunca sé dónde dibujar ese límite. Y a veces siento que proyecto una vida más feliz, con más horas de sueño, menos berrinches, peleas de pareja y días difíciles de lo que se ve. ¿Pero es necesario que mostremos absolutamente todo para mantenernos reales? ¿Si no mostramos lo peor de nosotros estamos vendiendo una mentira?

Vivimos en un momento donde si no publicás una foto con tu pareja el día de tu aniversario seguramente algo pasa. Y si subís 20 fotos de vos y tu novio felices también es porque pasa algo. Las redes sociales nos generan una expectativa de tener que estar presentes todo el tiempo, cuando al final, a nadie realmente le importa lo que hacemos ni quienes somos.

tagliatelleA veces me tomo los domingos para mí misma, y a veces me paso la mitad del día con ansiedad por desaparecer. Paso semanas donde añoro mi vida de antes, sin tener que publicar nada ni responder a nadie. Pero ya no puedo. Tampoco quiero, porque amo lo que creé. Pero eso también me genera ansiedad.

No puedo imaginar cómo debe ser tener cientos de miles de seguidores que constantemente demandan más y más de tu vida y de lo que decidís mostrar, de los cuales miles sólo están ahí para verte caer, y desde mientras más alto sea mejor.

Todavía no sé bien cómo hacer esto. Hay días donde me llena de emoción recibir mensajes, subir historias y usar mi vida para compartir recetas, conocer gente e influir positivamente, aunque sea un poquito. Otros días me pregunto, ¿y si borro todo y desaparezco del mundo virtual? ¿Se acordará alguien de mí? ¿Por cuánto tiempo?

tagliatelleEste texto escrito con mis dedos moviéndose a la velocidad de la luz sin dar demasiado tiempo a mi cerebro a procesar mis pensamientos es lo más real que puedo ser. Y acá es donde me muestro tal cual soy, en mis peores, en las que me incomodan y en las que no son las más fáciles ni divertidas de ver. De leer luego ni qué decir.

Y si alguna vez soy culpable de causarte ansiedad, por no tener el tiempo para cocinar, por comer mal, porque tu hijo no come verduras, porque mi vida a veces luce como algo que no es, de verdad pido disculpas. Prometo intentar mantenerme real en este mundo de regalos empresariales, selfies y campañas ecológicas superficiales.

Tarea fácil no es. Por suerte esta receta sí. #endofrant

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Tiempo de preparación
5 mins
Tiempo de cocción
40 mins
Tiempo total
45 mins
Precio: $$$
Dificultad: Facilísimo
Porciones: Cuatro porciones
Ingredientes:
  • Un paquete de tagliatelle (o los fideos de tu preferencia)
  • 50 grs. de manteca
  • 100 gramos de champiñones frescos
  • 50 gramos de shitake frescos
  • 50 ml de vino blanco
  • Tres cucharas soperas de aceite de oliva
  • Un diente de ajo
  • 100 ml de crema de leche
  • Un mazo de perejil
  • 100 gramos de queso parmesano
  • Sal y pimienta
¿Qué hago?
  1. Poner a hervir una olla grande con agua. Agregar un puñado importante de sal una vez que rompa hervor. Cocinar los fideos el tiempo que indique el paquete.
  2. Una vez listos colar y reservar 100 ml del agua de cocción. Agregar la manteca a los fideos para que no se peguen mientras está lista la salsa.
  3. En un wok o sartén grande, calentar aceite de oliva. Cortar los hongos en láminas y agregar al fuego caliente intentando que no se encimen. No tocar, salar ni dar vuelta por dos minutos para que se doren un poco.
  4. A los tres minutos, agregar el ajo y el perejil picado bien fino, sal y pimienta. Agregar el vino blanco y dejar que se evapore unos minutos. Añadir de a poco el agua de cocción de los fideos y cocinar por 5 minutos más.
  5. Agregar la crema de leche y cocinar durante dos minutos revolviendo con cuidado.
  6. Por último, mezclar la salsa con los fideos y servir inmediatamente. Presentar con queso parmesano rallado y pimienta molida por encima.

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