Con la web en mantenimiento e intoxicada desde el sábado, esta receta viene atrasada pero justo a tiempo para arrancar la Semana Santa. Todos sabemos que la mejor chipita se compra hecha, pero también sabemos que comerse una bolsa entera nunca termina bien. Por eso, esta versión de chipa pirú viene mucho más pirú que la tradicional, con menos grasa y pesadez, manteniendo el sabor delicioso y textura crocante de siempre.
Aunque en los ingredientes listados en la bolsita no figure nada fuera de lo normal, estoy segura de que algún componente adictivo tienen que tener estos pedacitos de gloria en forma de argolla.
Trabajando de rodaje de un comercial hay una regla de oro: Si empezás el día comiendo chipita, automáticamente el resto del día comerás chatarra. De la chipa piru se pasa fácilmente al sandwichito, la empanadita, la torta y por supuesto, a más y más chipitas. Si hay un centro de rehabilitación para chipa-adictos, creo que tendría que inscribirme cuanto antes.
Cuando escribía para Alacarta tuve la oportunidad de entrevistar a una de las nietas de Feliciana de Fariña, creadora y artífice de lo que hoy conocemos como chipa piru.
La tradición cuenta que Feliciana era una mujer sumamente trabajadora que todos los días llevaba sus delicias gastronómicas de Aregua a Asunción en tren. Una de sus clientas, nada más y nada menos que la esposa del Mariscal Estigarribia tuvo un día un pedido especial para ella; una versión de la tradicional chipa pero en un formato que pueda acompañar al té. Así Feliciana creó esta nueva chipa, más pequeña, más crocante, y para mí, más rica que ninguna. El resto es historia.
Cuatro generaciones después, la chipita de Feliciana sigue siendo la más chipita de todas las chipitas. Pero para quienes tenemos alguna intención de no subir 20 kilos esta Semana Santa, creo que esta versión puede hacerle sana competencia.
Chipa piru'i Imprimir
20 mins
15 mins
35 mins
- 3 cucharadas de aceite de coco
- 2 huevos y 2 claras
- 100 grs. de queso descremado
- 500 grs. de almidón de mandioca
- 4 cucharas soperas de harina de maíz
- Media taza de leche descremada
- Sal
- Colocar el aceite y los huevos en la batidora y batir a velocidad media durante dos minutos. Salar.
- Agregar el queso bien desmenuzado (puede ser rallado) y batir durante unos minutos más.
- De a poco agregar la harina de maíz y el almidón. La textura en este momento será similar a la del mbeju.
- Agregar la leche con cuidado hasta obtener una masa suave. Retirar de la batidora y formar una bola de masa. Dejar descansar la masa durante 15 minutos en la heladera.
- Precalentar el horno a 180 grados. Formar pequeñas argollas estirando la masa con las manos.
- Colocar cada chipita con un poco de distancia entre cada una en una asadera para horno, ya que se hincharán un poquito.
- Cocinar durante 15 minutos o hasta que estén doradas y crocantes. Al enfriarse por completo serán aún más crocantes que al retirar del horno.
- Guardar en envase hermético durante una semana para disfrutarlas frescas.
