Hace unos días le pregunté a una amiga cuál fue la edad favorita de su hija, y me respondió “siempre es la que está en ese momento”. Miro atrás y me pasa igual. Mi edad favorita de Awi es ésta, y mientras más pasa el tiempo, más aprecio la relación que tenemos y cómo crecimos juntas desde que nos conocimos.
Este día de la madre me emociona, no por recibir ningún regalo, pero porque sé lo emocionada que Awi está porque yo también tenga mi propio día. Su inocencia, cariño y creatividad son el regalo que siempre quise. Verle crecer a mi lado, de la mano, aferrada a mi pierna y acurrucada a mi lado, es mucho más de lo que nunca pude pedir.
Nunca pensé encontrarme a mí misma en la maternidad, ni siquiera cuando ya tenía al bebé en brazos. Y de pronto, casi en un abrir y cerrar de ojos, me doy cuenta que todo lo que necesitaba para conocerme y darme el valor que siempre merecí estaba ahí, en esa niña pequeña que todavía me ve como súper héroe.
Me pido perdón por haber sido tan dura conmigo misma los primeros tiempos. No tenía la culpa, pero ese sentimiento forzado que dicta que el mejor momento de tu vida es ver nacer al bebé y tenerle en brazos en casa no me nació automáticamente. Yo estaba asustada, triste, perdida; ahora sí era el fin de la Maria José que alguna vez fui. Y era la peor mamá del mundo por sentirme así.
Pero las despedidas son así, difíciles, aunque despedirse de aquella yo solo haya significado el nacimiento de la nueva Majo, que a fin de cuentas era una versión más empática, decidida y empoderada de lo que nunca hubiese imaginado. Dejar morir esa vieja yo hizo que por fin me descubra y me anime a ser yo misma.
Por eso, gracias Awi.
Fideos a la carbonara de camarones Imprimir
15 min
20 min
35 min
- Un paquete de spaghetti o capellini
- 300 gr de camarones
- Dos dientes de ajo
- Una cebolla
- Un locote rojo
- Un locote verde
- Tres cucharas de aceite de oliva
- Tres huevos
- 100 gr de queso parmesano
- Una cuchara sopera de mostaza
- Sal y pimienta
- Cortar los locotes, cebolla, ajo en trozos pequeños.
- En un bol mezclar los huevos, queso parmesano, mostaza y un poco de sal y pimienta. Tener todos los ingredientes preparados y cerca para el momento de empezar a cocinar.
- En una sartén grande o wok, calentar el aceite de oliva. Saltear los camarones unos minutos, solo hasta que queden apenas rosados. Retirar del fuego y colocar en un plato.
- Agregar la cebolla, ajo y morrones a la misma sartén. Sofreír hasta que se ablanden, unos 4 minutos para que mantengan un poco de textura. Volver a agregar los camarones, salpimentar y apagar el fuego.
- Hervir los fideos según las indicaciones del paquete. Conservar una taza del líquido de cocción y reservar.
- Agregar los fideos a la mezcla de morrones y camarones y mezclar bien.
- Por último, incorporar la mezcla de huevos y queso de a poco y sin dejar de mezclar para que se forme una salsa cremosa; podés ir añadiendo el agua de cocción de los fideos de a poco para que la salsa ligue mejor.
- Espolvorear con pimienta y más queso parmesano y servir inmediatamente.
