Extraño las vacaciones de verano.
Cuando tenía 8 años y fuimos de viaje a Mar del Plata y llevaba conmigo a todos lados un diario donde anotaba todo lo que hacíamos en el día y como iba gastando mi pequeña mesada en helados, churros y chocolates. Laura Pausini que sonaba sin parar en el auto, ABBA, Bee Gees y los momentos donde me dejaban a mí poner los casettes que grababa de la radio semanas antes.
Manejar a Brasil, yo sentaba atrás en el medio, calculando cuando kilómetros faltaban para la próxima ciudad grande, contando minuciosamente las monedas para pagar el peaje.
A veces no viajábamos a ningún lado, pero podía despertarme cuando se me antojara, o dormir hasta que mi mamá entre a la pieza, apague el aire y abra las cortinas. Extraño las verdaderas vacaciones, cuando los adultos organizaban mi vida. A mí solo me tocaba jugar, imaginar y aburrirme de tener tanto tiempo libre.
No quiero ser niña porque no quiero volver a pasar por todo, pero un ratito quiero sentarme a tomar un helado sin más preocupación que tratar de entender El Chavo en portugués.
Heladitos arcoíris saludables Imprimir
30 min
Tres horas
- Bananas
- Frutas de estación
- Yogur griego
- Stevia
- Colorantes en gel
- El secreto de estos heladitos es congelar el día antes bananas y licuar con las frutas que más te gusten, yogur griego y stevia para endulzar un poco.
- Dividir la mezcla según la cantidad de colores y teñir con el colorante en gel. Agregar en capas en moldes de helado.
- Podés hacer que todo el helado sea de un sabor y solo cambiar los colores, o hacer un heladito multifrutal con muchísimas capas de sabor. Tardan unas 4 horas en congelarse, pero si esperás hasta el día siguiente quedan súper firmes. Y nada, tus hijos van a amar.