Mini skinny brownies

¡Salú! Recetas

Quiero despertarme con los primeros rayos del sol, vestirme y tomar un té mientras junto mis cosas para ir al gimnasio al que iba caminando todos los días, en silencio, solamente cruzándome con el canto de los pajaritos y el vecino quinielero que todas las mañanas me saludaba con un gesto amable.

La vuelta a casa, con audífonos y la ciudad despierta. Un desayuno potente y abrir la compu, mirar el calendario. A pesar de las reuniones tediosas, cuentas por pagar y papeles por entregar, el ir manejando con la ventana abierta y el viento soplándome el pelo, aunque bajo el sol y varada sobre San Martín con un soundtrack de bocinazos nerviosos, es una sensación de libertad que hoy añoro.

El acto de ir al súper sin miedo. De recorrer perdiéndome entre qué verduras estaban de oferta, la sensación iluminada de encontrar un aguacate justo en su punto, de darme un gusto y comprar un queso rico, un pan. De ir a la caja con Awi de la mano y saludar a Mirta la cajera, quien vio a mi hija ir al súper conmigo desde antes de caminar, que no se enoja cuando ella quiere pasar la tarjeta o corre para agarrar una galletita.

Aunque siempre trabajé desde casa, llegaban las seis y había alguien en la puerta. El grupo de siempre, sediento por juntarnos, hablar de lo mismo, brindar con una docena de cervezas heladas y coronar la noche con un menú especial, siempre algo distinto; yo siempre buscando llenar sus corazones con comida deliciosa.

El almuerzo en lo de mi mamá, la llegada triunfal de Awi. El menú pensado con amor, el leer el diario con mi abuela mientras picoteamos pancitos con salsa. La conversación repetida, los comentarios de mi Tía Teresa, el postre. Que Juanma se vaya a dormir un rato a la sala mientras las mujeres de la tribu nos ponemos al día.

Hasta extraño despertarme a las cuatro de la mañana para ir a grabar un comercial complicado en una locación remota. Extraño esperarle a Martina afuera, que llegue y escuchemos su música coreana hasta llegar a destino. Desarmar las cosas, saludar a 50 personas, y desayunar como reinas un mbeju calentito de Clarita. Extraño cuando no pasaba la hora, sentada, esperando que termine el rodaje. Extraño llegar a casa, sacarme los zapatos y el corpiño para ser libre.

No extraño comprar. No extraño cosas materiales. Extraño mi vida.

Releerme en un momento de más tranquilidad me resulta una cachetada de privilegios y hasta malcriadez. Porque en vez de agradecer lo que me tocó, lo que no me falta, lo que incluso me sobra, me quejo y me dejo sumir en ansiedad.

Me falta todo, pero al final, de verdad, no me falta nada. Mi burbuja de fantasía explota cuando miro solo un poco más allá de mis narices.

Solo soy honesta con mis sentimientos, pero me prometo a mí misma canalizarlos en dar más por quienes lo necesitan y cambiar las cosas desde donde estoy. Esto es un diario al final, si no soy honesta conmigo misma acá, lea quien lea, al final no sirve. En fin, mucha ciclotimia para un martes. Espero disfruten los brownies, que están una trompada de ricos.

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Tiempo de preparación
10 mins
Tiempo de cocción
15 mins
Tiempo total
25 mins
Precio: $$
Dificultad: Facilísimo
Porciones: 12 mini brownies
Ingredientes:
  • 1 taza y media de avena
  • Dos manzanas
  • Cuatro cucharas soperas de cacao 100%
  • Un huevo
  • Una cuchara de aceite de girasol
  • Dos cucharas soperas de miel
  • Una cuchara sopera de stevia liquida
  • Una cucharita de polvo de hornear
  • Una cucharita de bicarbonato de sodio
  • Opcional: Chips de chocolate 70%
¿Qué hago?
  1. Cortar las manzanas en cuadrados pequeños y colocar en una sartén con un poquito de agua. Hervir hasta que estén lo suficientemente blandas como para hacer puré. Reservar.
  2. Licuar la avena hasta lograr una textura de harina.
  3. Combinar en un bowl la harina de avena, el cacao, el polvo de hornear y el bicarbonato. Hacer un hoyo en el centro y agregar el huevo, la stevia, la miel y el aceite. Mezclar bien.
  4. Licuar las manzanas. Agregar al puré a la masa y mezclar una última vez. Mientras tanto, precalentar el horno a 180 grados.
  5. Colocar la masa en moldes pequeños para brownies o en una asadera aceitada. Se pueden agregar chips de chocolate (o nueces) para darles un toque extra.
Cocinar por 15 minutos en horno medio, pero revisar a partir de los 10 minutos para evitar que se sequen demasiado. Pueden tardar un poco más si cocinamos en asadera grande.
  6. Los brownies están listos una vez que los clavamos con un palito y éste sale casi limpio. Esperar a que se enfríen para desmoldar con más facilidad.

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